Lionel Messi ya llegó a Santa Fe y pronto lo hará a Rosario, donde pasará las Fiestas con su familia, como todos los años.
Pasadas las 10, el avión en el que viajaba con su esposa, Antonela Roccuzzo y sus tres hijos, aterrizó en el aeropuerto de Sauce Viejo debido al cierre temporal de la terminal aérea rosarina por las obras de reforma. Así, su llegada ofreció una postal poco común para la zona, atestada de fanáticos y curiosos que lo esperaron desde temprano.
Ya en suelo santafesino, los Messi se dirigen por vía terrestre hacia su casa de Funes.
Como ocurre en cada receso de fin de año, la expectativa de los hinchas en Rosario y sus alrededores era máxima. Decenas y decenas de simpatizantes argentinos buscaban su foto y esperaban detrás del alambrado que los separaba de la pista.
Messi se instalará una vez más en su ya habitual refugio del barrio privado Kentucky, en Funes, donde pasará las Fiestas rodeado de su círculo más cercano.
Allí compartirá Navidad y Año Nuevo junto a su esposa Antonela Roccuzzo, sus hijos, sus padres y hermanos, entre otros eventuales invitados, en una dinámica que se repite desde hace años y que convirtió al corredor Rosario–Funes en escenario obligado de su descanso.