La Ciudad de Buenos Aires incorporó este enfoque en los nuevos Diseños Curriculares para salas de 45 días a 2 años y para salas de 3, que entrarán en vigencia en el ciclo lectivo 2026, consolidando un abordaje transversal desde la educación inicial.
La decisión no es menor: apunta a sentar, desde edades muy tempranas, las bases de una ciudadanía comprometida con el cuidado del ambiente y la participación social. Y lo hace sin discursos grandilocuentes, sino desde experiencias cotidianas, significativas y sostenidas en el tiempo.
Ambiente, bienestar y familia: un triángulo clave
Entre los principales avances de los nuevos diseños se destaca el foco en el bienestar socioemocional y la enseñanza compartida con las familias. Ambos ejes se integran de manera directa en la formación de una conciencia ambiental temprana.
La educación ambiental, entendida como experiencia y no como contenido aislado, promueve el desarrollo socioemocional a través de la exploración del entorno, la interacción con otros y la construcción de vínculos de cuidado y respeto. Observar, tocar, escuchar, explorar: aprender con el cuerpo y los sentidos también es aprender a habitar el mundo.
Aprender a cuidar desde el primer día
El enfoque propone experiencias sensoriales, de exploración y de conocimiento desde edades muy tempranas. Estas prácticas incentivan la observación de distintos entornos —y de uno mismo—, fortalecen el aprendizaje cooperativo y colaborativo, y favorecen una convivencia más respetuosa.
Además, la educación ambiental estimula el pensamiento reflexivo y las primeras tomas de decisiones conscientes, por ejemplo, al relacionarse con la biodiversidad desde el respeto y el cuidado de cada especie. No se trata de “enseñar ecología”, sino de formar hábitos, miradas y valores que se construyen día a día.
Diseños actualizados para una infancia actual
Los nuevos Diseños Curriculares son el resultado de un trabajo colectivo que permitió actualizar la mirada sobre la primera infancia, en sintonía con los cambios pedagógicos, sociales, culturales y tecnológicos de los últimos años. Esta actualización se encuentra alineada con el Plan Estratégico Buenos Aires Aprende 2024–2027.
Se suma, además, a la renovación de los diseños de Nivel Inicial y Nivel Primario realizada a fines de 2024, garantizando continuidad pedagógica en todo el recorrido educativo.
Educación inicial con sentido de futuro
De este modo, se fortalece un abordaje integral de la sustentabilidad como proyecto comunitario, que contempla las necesidades de las generaciones actuales y futuras: la preservación de la naturaleza, el cuidado de la salud humana y ambiental, la participación ciudadana democrática y el respeto por la diversidad cultural y biológica.
Los diseños organizan las propuestas a partir de ejes transversales —como el juego, el desarrollo personal y social, y la educación digital en la sala de 3— y de ejes de experiencias que integran el desarrollo corporal, la exploración del ambiente, las lenguas expresivas, la matemática y la lengua.
Un cambio profundo que empieza temprano
La incorporación de la educación ambiental desde los primeros meses de vida marca un cambio de enfoque profundo: cuidar el ambiente no se enseña solo con palabras, se aprende viviendo. Y cuanto antes empieza ese aprendizaje, mayores son las posibilidades de construir una sociedad más consciente, responsable y comprometida con su entorno.