Familiares, amigos y vecinos de Virginia Ferreyra y de su madre, Claudia Deldebbio, realizaron este miércoles al anochecer un acto a tres años del ataque a tiros en Maestros Santafesinos e Ísola que terminó con la vida de ambas. Sus seres queridos las recordaron pintando un corazón con sus nombres en el asfalto, además de exhibir fotos y carteles para reclamar justicia y un pronto juicio oral y público contra los responsables del doble crimen.
La manifestación de este miércoles se desarrolló en la misma plaza donde ocurrió el ataque.
Gustavo, quien fuera pareja de Virginia, dialogó con el programa Telenoche Rosario (El Tres) y expresó que esta manifestación, en el tercer aniversario del hecho, es una manera de “volver a elevar la voz y reclamar justicia” por Claudia y Virginia.
“La causa está a la espera de una fecha de inicio de juicio”, recordó Gustavo, y agregó que ambas “fueron dos personas maravillosas que iluminaban todo”.
Otra de las manifestantes comentó que los allegados a las víctimas se mantienen unidos, y que “la mejor manera de encontrar la luz es recordarlas a ellas, que eran dos personas maravillosas”.
Una vecina del barrio también sintetizó el dolor por lo ocurrido: “No solo las perdimos a ellas, el barrio nunca más fue el mismo. Este lugar era un punto de encuentro y ahora no se ve a nadie en la plaza. Incluso los comercios cierran más temprano”, explicó.
“Queremos justicia, que el juicio sea rápido para que ellas descansen en paz”, añadió.
Los vecinos pidieron presencia policial para poder realizar el homenaje en la plaza donde ocurrió el ataque, a la misma hora en que sucedieron los hechos.
El crimen
Los asesinatos de Claudia Deldebbio y su hija Virginia Ferreyra ocurrieron el 23 de julio de 2022 en el complejo Fonavi del Parque del Mercado, en la zona sur de Rosario.
Ese día, a las 19, Virginia, de 32 años, y su madre, Claudia, de 58, esperaban un colectivo frente a la plazoleta Rodolfo Walsh, en Ísola y Maestros Santafesinos (ex calle 412).
En ese momento, un grupo de cinco hombres llegó en un Peugeot 308; cuatro de ellos descendieron y comenzaron a disparar al voleo en las inmediaciones de la torre 11, y contra las personas que se encontraban en la parada de colectivos ubicada al este de la ochava, con la clara intención de causar la muerte de personas indeterminadas, ajenas a cualquier conflicto.
Claudia murió en el lugar. Virginia resultó gravemente herida y falleció dos meses después, el 24 de septiembre. También fue herido un joven —F.M.—, quien fue trasladado al Heca y logró sobrevivir.
El juicio
El caso se encamina a juicio con cuatro imputados que habrían tenido distintos roles.
Entre los implicados figura el presunto instigador, René Ungaro (38), quien, desde prisión, logró erigirse como uno de los líderes del delito en el complejo de viviendas y otros sectores del sur rosarino.
Según el fiscal del caso, Patricio Saldutti, quien conducía el vehículo era Fernando Cortez (47), y entre los ocupantes se encontraba su hijo Lautaro (22). Ambos fueron detenidos el 8 de septiembre en Sánchez de Thompson y Abanderado Grandoli, no muy lejos de la escena del crimen, tras una intervención policial motivada por el testimonio de una persona que los señaló como coautores de la balacera.
La vinculación de ambos con Ungaro no tardó en aparecer. Poco después entró en escena Nicolás “Cara de Burro” Martínez, quien se encontraba preso por haber cometido otro crimen por encargo del “Brujo”.
Según el fiscal, la orden de matar fue impartida con el objetivo de infundir terror entre los habitantes del Fonavi de barrio Grandoli, en otros “operadores de la delincuencia” del sur rosarino enfrentados a Ungaro, y en la sociedad en general.