Un grupo de científicos portugueses concluyeron tras un estudio que los efectos que generan tomar café puede tratarse de una especie de efecto placebo causado por el cerebro, lo que sugiere que la cafeína no es precisamente la responsable de ayudar a despertarse por las mañanas.

Muchos consuimidores de café sostienen que esta bebida los ayuda a mantenerse alertas y aumentan el rendimiento y la eficiencia motora y cognitiva; sin embargo, estas impresiones subjetivas aún no tienen una correlación neurobiológica, según un estudio presentado por la editorial de investigación y plataforma de ciencia abierta, Frontiers in Behavioral Neuroscience.

Los investigadores reclutaron a personas que bebían al menos una taza de café al día, entrevistaron a todos los participantes para recopilar datos sociodemográficos, y les realizaron dos resonancias magnéticas funcionales breves: una antes de tomar café y otra 30 minutos después de tomar una taza de café o bebida con cafeína.

Así, los científicos llegaron a la conclusión de que la cafeína regular solo reproduce parcialmente el efecto de una taza de café. Maria Picó-Pérez, primera autora del estudio, mencionó que los participantes "estaban más preparados para la acción y atentos a los estímulos externos después de tomar café". 

Sin embargo, los investigadores registraron que "otros efectos eran específicos para el consumo de café y estaban impulsados por factores como el olor y el sabor específicos de la bebida o las expectativas psicológicas asociadas a su consumo".

Tras los resultados del estudio, los científicos prevén analizar en el futuro las diferencias individuales en la absorción de cafeína entre los participantes.

Los autores declaran que la investigación se realizó en ausencia de cualquier relación comercial o financiera que pudiera interpretarse como un potencial conflicto de interés.