El autódromo de Rosario fue sede este viernes del recital de Abel Pintos y unas diez mil personas estuvieron presentes en el predio para disfrutar de la música del popular cantautor. Pero por fuera de lo artístico, los asistentes al show se quejaron de las severas complicaciones que tuvieron para poder llegar al lugar y vecinos del barrio denunciaron robos durante el evento.

Desde temprano en la mañana oyentes de Radio 2 dieron cuenta de la situación que se vivió para poder ingresar al predio ubicado en avenida Jorge Newbery y García del Cossio. Según denunciaron, al tener un único ingreso se generó una importante congestión a partir de Circunvalación.

“Fue muy caótico porque es un solo acceso para ingresar entonces se juntaba la gente que volvía a sus casas, algunos que iban al aeropuerto y los que íbamos al show. Para colmo las calles que cruzaban Newbery estaban invadidas por puestos de comida y trapitos que armaron predios de estacionamiento en cualquier lugar”, relató una de las asistentes a Rosario3.

Ante esa congestión el principal reclamo de los asistentes al recital fue que el operativo de tránsito y policial que se montó por el evento iniciaba a cien metros del autódromo. “Desde Circunvalación hasta unas cuadras antes, los autos iban por la banquina. Se inventaron un tercer carril”, señaló la joven.

Autos circulando por la banquina. (Captura video)

Estas complicaciones hicieron que algunas personas quedaran atrapadas en el tránsito por más de una hora e incluso que se perdieran el inicio del show por no poder llegar a dejar el auto. “Cuando se escuchaba que había empezado el recital muchos bajaron corriendo de los autos”, añadió.

Falta de control e inseguridad

A las complicaciones de tránsito, los vecinos del barrio Hostal del Sol le sumaron también denuncias por delincuentes que recorrían la zona buscando algo para robar. Así fue como hubo arrebatos a quienes caminaban por el lugar y también se registraron el robo de neumáticos en inmediaciones del autódromo.

Uno de ellos quedó registrado por las cámaras de vigilancia de una casa del barrio. En la filmación se ve como los delincuentes frenan su auto y en pocos minutos roban las dos ruedas de otro vehículo que estaba frenado unos metros más adelante para luego darse a la fuga.