Rosario Central es el primer club de Argentina y de Latinoamérica con cupo laboral trans, travesti y transgénero. Por medio de una resolución que se aprobó por unanimidad en la última reunión de comisión directiva, la institución se comprometió a incorporar trabajadoras y trabajadores trans en su plantilla de personal. La disposición se implementará de forma progresiva hasta alcanzar el equivalente del 5% de la planta total del personal, de acuerdo a las necesidades y los recursos con que cuente el club.

El cupo laboral trans, travesti y transgénero fue aprobado por unanimidad, en reunión de comisión directiva. (CARC)

“La iniciativa la fuimos trabajando a través de la Secretaría de Género. Ya lo había aprobado el Gobierno nacional y además de interesarnos, lo vimos viable. Nos pareció importante dar este paso, por eso que tienen los clubes de fútbol de la continua réplica. Si uno toma una decisión, eso se replica y también lo empiezan a hacer los demás. Y eso es lo bueno que tiene el fútbol. Sobre todo por la importancia que tiene una decisión de este tipo para ese colectivo de personas que ha sufrido mucha discriminación a lo largo de su vida yendo a buscar trabajo, sin poder conseguirlo por su condición sexual”, explicó la secretaria de Género y Diversidad de Rosario Central, Camila Ferreyra, en diálogo con Rosario3.

“El planteo del club es tener calidad institucional y de eso no nos pueden mover los comentarios negativos, que siempre existen. Y cuando hablamos de calidad institucional –aclara– incluimos: el cupo laboral trans, la cláusula de rescisión por violencia de género en contratos profesionales, el protocolo de prevención y actuación en casos de violencia contra las mujeres y diversidades, la adhesión a la Ley Micaela y otras decisiones que fuimos impulsando desde el comienzo”.

¿Todo depende del partido del domingo?

 

Ferreyra cuenta que el día que se anunció la creación de la Secretaría de Género, en 2018, hubo una catarata de malos comentarios y hoy, los socios ya se acostumbraron a que la secretaría existe. Lo mismo pasó esta semana, cuando anunciaron el cupo laboral trans. “Cada actividad que uno organiza parece depender del partido del domingo. Obviamente que queremos que Central gane, como lo quieren los hinchas de cada club, pero los clubes no son ajenos a las realidades de la sociedad y también son clubes sociales, además de deportivos. Central tiene sesenta mil socios y once predios, y aunque no lo veamos, todos los días pasan muchas cosas que repercuten en la vida de muchas personas”.

La secretaría de Género y Diversidad del Club Atlético Rosario Central. (CARC)

“Claro que los comentarios nos hacen pensar y hacen que el día a día sea difícil porque muchos compañeros tienen miedo. Dicen: «No, qué van a pensar», pero tenemos que animarnos a dar el salto e ir un poco más allá. Podemos ganar el partido del domingo y también podemos ganar esto. Y es importante que todo el club esté comprometido, incluído el cuerpo técnico, a través de las charlas de sensibilización”, remarca la dirigente, porque todos formamos parte de la institución”.

De todos modos, para quienes argumentan que el cupo trans es un obstáculo para el buen desempeño deportivo del equipo de fútbol, Ferreyra remarca que los que toman las decisiones del fútbol no son las mismas personas que están en la Secretaría de Género. “Eso es importante aclararlo. Esta semana, después de que se difundió la noticia del cupo trans, un socio escribió en las redes sociales: «Hay que rociarlos con nafta y prenderlos fuego». Una atrocidad terrible, sobre todo porque hay gente que lo hace y muchas mujeres mueren de esa manera”.

La Fifa, el racismo y la homofobia

 

Durante la primera semana de noviembre, la Federación Internacional de Fútbol dispuso sanciones que involucran a dos seleccionados nacionales. Una fue contra la AFA por cantos racistas de la hinchada argentina en el partido contra Uruguay, que limitará la concurrencia de público para el clásico de vuelta contra Brasil en San Juan, en el encuentro del próximo 16 de noviembre. La otra, fue contra la selección de México, por cantos homofóbicos.

Algunos consideran que las sanciones son escasas en relación con las cuantiosas ganancias de los clubes; sin embargo, son un indicador de que la Federación global ya no puede quedar al margen de los cambios sociales y de la legislación que a nivel mundial avanza en pos de garantizar la no violencia y la no discriminación de las personas por ninguna causa.

Para Ferreyra, estas sanciones son ejemplares y está bien que se apliquen. “La casa madre del fútbol como Fifa, también la Conmebol o AFA tienen que tomar esas decisiones. El fútbol mueve mucho dinero y al bajar el aforo inciden en la recaudación. A veces es necesario para que la gente entienda que hay que respetar al otro, independientemente del color de su piel o lo que haga con su sexualidad. Pero también –agrega– tenemos que trabajar desde dentro de las instituciones en la toma de conciencia. Hoy ya hablamos con más conciencia de lo que estamos diciendo y también de lo que cantamos, porque a veces cantamos atrocidades. En el estadio, en la vorágine y la euforia del partido, no nos damos cuenta, pero creo que ahora hay muchas personas que se ponen a pensar y dicen: «mirá lo que cantábamos» o «mirá lo que bailábamos» y se lo cuestionan”.

Josh Cavallo y su “miedo” al Mundial de Qatar tras su confesión

 

En octubre pasado, el futbolista australiano Josh Cavallo, de 21 años, publicó un video en redes sociales en el que contó su realidad. El centrocampista del Adelaide United que formó parte de la selección sub 20 de su país, decidió contar públicamente que es homosexual y relató cuánto sufrió por haber tenido que enmascarar sus sentimientos por las presiones sociales y propias del ambiente del fútbol.

Se convirtió así en el único futbolista activo en declararse gay; dijo que lo difundía con la expectativa de que su ejemplo le sirva a otros deportistas y recibió el respaldo de sus compañeros. Sin embargo, en las últimas horas, el jugador se mostró temeroso de representar a su país en el Mundial de Fútbol de Qatar 2022, dado que la legislación de ese país castiga con sanciones severas la homosexualidad.

"Leí algo sobre que Qatar aplica la pena de muerte a la gente gay, es algo de lo que tengo mucho miedo y me hace no querer ir allí. Esto me entristece. Saber que es en un país que no apoya al colectivo gay y que pone en riesgo nuestra propia vida, me aterra y me hace pensar si mi vida es más importante que hacer algo realmente bueno en mi carrera profesional", dijo en las últimas horas.

Se pueden alcanzar los mismos logros deportivos, pero con una visión diferente y más inclusiva.

En relación con la situación del australiano, Ferreyra expresó: “Quizás hay muchas personas que por miedo y por el qué dirán no pueden hacer visible su condición sexual y esto que hacemos nosotros y también otros clubes ayuda a que se sientan respaldadas. Sabemos perfectamente que el fútbol es la cuna del patriarcado y nos va a costar un montón cambiarlo, pero estamos trabajando para eso. Para demostrar que se pueden alcanzar los mismos logros deportivos, pero con una visión diferente y más inclusiva”.