El juicio que busca esclarecer el femicidio de Cecilia Strzyowski está en marcha. Este miércoles quien declaró fue Marcela Acuña, esposa de Emerenciano Sena y una de las principales acusadas por la muerte de la joven. La mujer dijo que le parecía una buena chica para su hijo, recordó que discutieron cuando él le dijo que se iban a casar y aseguró que ella es inocente. Además, le pidió perdón a la mamá de la vícitima y a "todas las compañeras que militan en Ni Una Menos".
"Cecilia era una chica más de todas las que tenía César. Ella me gustaba porque era más grande y tenía el imaginario de que él iba a poder generar una relación más estable", apuntó Acuña. Además, sumó: "¿Como voy a odiar a una persona que apenas conocía?. Era una relación distante entre nosotras, pero nunca tuvimos ni una pelea".
Sobre el matrimonio de César y Cecilia, Marcela contó que se enteró "por redes sociales" y "ahí sí tuve un intercambio de opiniones con César porque le dije que si lo hacía tenía que irse de la casa”. Entonces, según Acuña, el acusado le dijo que no se quería divorciar, pero que si así volvía a vivir a la casa lo iba hacer. “Yo pagué el divorcio”, apuntó.
"Jamás dañaría a una persona, a un ser humano. Han destrozado a mi familia. Hemos quedado señalados. Pero la sociedad ya cree que destripé a alguien. La justicia no tuvo en cuenta a la familia de Cecilia. Tenían una semana para descubrir la verdad. Pero no. Quisieron un cargo político. Hubo un proceso penal mediático", refutó Acuña.
Sobre su vínculo con su hijo el año que ocurrió el femicidio, la ex esposa de Emerenciano, recordó que hubo elecciones y fueron a una interna en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO): “Eso nos llevaba todo el día, andábamos por todos lados y fue en esa época donde perdí un poco la relación con César. Con Cecilia hablaba y ella me decía que estaba todo bien”, dijo.
Además, previo a responder preguntas, pidió perdón. Soy culpable de no haberme dado cuenta del estado de salud de mi hijo y no haber pensado en el daño que le generé a mucha gente. Le pido perdón a todos, sobre todo a Emerenciano. Silencié algo que no sé qué es lo que mierda ocurrió”.
Acto seguido, explicó cómo fue su 2 de junio del 2023. "Al mediodía César se acercó a la obra y le pregunté por qué no vino temprano. Lo vi extraño y lo raro es que hacía calor y tenía una cuellera. Cuando lo abrazo veo que tenía rasguños y me comentó que tuvo una pelea con Cecilia", explicó Acuña.
Más tarde, "en la casa hay una puerta que nunca se abre y ese día estaba semiabierta, algo que me pareció extraño porque nadie entraba. Miro, veo que estaba todo oscuro, entro a la primera habitación donde teníamos todas las cosas del merendero, voy al otro cuarto, observo por arriba porque tenía miedo de que haya alguien, y cuando voy a la última habitación vi un bulto, pero no era un cuerpo. Salí espantada".
“Le mandé un mensaje a Gustavo Obregón y le digo que se vaya a fijar. Le pedí que no le dijera nada a Emerenciano. Le volví a mentir para cubrirme. Esperaba que Gustavo me contestara, para que me dijera qué carajo era”, señaló y agregó: “Solo me mandó un sticker, no recibí otra respuesta, por eso le dije a Fabiana que vaya y que vea qué había pasado. Le comenté que creía que algo grave había pasado en mi casa”.
Sobre el motivo por el que decidió no contarle nada a Emerenciano Acuña dijo que, al conocerlo, "iba a llamar a la policía". En ese contexto, la acusada pidió la liberación de su ex pareja. "Que lo suelten a Emerenciano, que es una mochila que tengo acá. Lo que me pase a mí no me importa. ¿Qué móvil podía tener yo con una chica que ni conocía? Era la que le daba amor al hijo que quiero. Que me digan un solo motivo por el que planifiqué. Uno solo", reclamó.
"Cuando lo vi tras un año, le dije que me perdonara. Y él me respondió «que entre compañeros no se pide perdón, se dice la verdad». Esa fue la única vez que toqué el tema", indicó. En otro tramo de la declaración negó que haya ordenado que trasladen el cuerpo de Cecilia a la chanchería y lo quemen, aunque sí confirmó que dijo que “me saquen el problema de encima” y que cambió su celular. “Mentí porque tenía miedo por César”, añadió.
“Le dije a Fabiana que me pase el contacto de Jorge Capitanich, ex gobernador, para que hable con su gente para que frene el show, no el allanamiento", contó y destacó que, según recuerda, le pidió a la acusada de encubrimiento que “cambie su declaración”.
"Gloria Romero (mamá de Cecilia) parió como yo, somos mujeres y le pido perdón a ella y a todas las compañeras que militan en Ni Una Menos. Duele. Cuando uno miente y encubre genera más dolor. A partir de ahora, sea cual sea el resultado, voy a estar más tranquila", concluyó.