Este lunes se conmemora el Día Mundial del Perro Adoptado y en Rosario todavía hay más de un centenar de animales que buscan un hogar a través del Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa). Según datos oficiales, en 2024 se concretaron 102 adopciones y en lo que va de 2025 —hasta agosto— fueron 54.
Maximiliano Levrand, coordinador de Políticas Transversales del área de Salud Animal de la Municipalidad, explicó a Rosario3 que “los ingresos son permanentes, la mayoría por casos de maltrato, abandono o procesos judiciales”. A la par, señaló que la demanda de adopción es constante: “Se da un equilibrio entre los animales que entran y los que logran salir, aunque algunos pasan más tiempo que otros por no tener las características que la gente busca, como edad adulta o problemas de movilidad”.
Cómo es el proceso
El trámite se puede iniciar a través del portal oficial rosario.gob.ar o de forma más directa por WhatsApp al 3415781449, donde se ofrece atención personalizada.
También se difunden perfiles de los animales en las redes sociales de Salud Animal Rosario (Instagram y Facebook) y en campañas específicas como el programa Rosario Adopta, con actividades en espacios públicos y locales privados.
Los requisitos varían según el caso: algunos perros necesitan más espacio, otros no se llevan bien con determinadas especies o requieren cuidados particulares. “Siempre orientamos a las familias para que la elección se ajuste al estilo de vida que puedan ofrecer”, detalló Levrand, y agregó que el área cuenta con un adiestrador que acompaña la conducta del animal antes y después de la adopción.
Además de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de adoptar, en el sitio web de la municipalidad también hay fotos de cada uno de los perros en adopción con sus respectivos nombres y, en algunos casos, con detalles sobre su comportamiento
Responsabilidad y compromiso
Aunque en algunos casos hubo devoluciones, Levrand aseguró que son las menos: “Puede pasar que el animal no se adapte, pero no es lo ideal. La adopción requiere tiempo y mucha responsabilidad. El perro sufre estrés cuando pasa de un contexto de encierro a un hogar y luego vuelve al mismo lugar”.
Sobre el perfil de los adoptantes, remarcó que no hay un único modelo: “Es muy variado, adoptan personas solas, parejas, familias con hijos o adultos mayores. Siempre hay un perro que se ajusta perfectamente al estilo de vida de cada uno”.