El Aislamiento selectivo, planificado e intermitente es una herramienta que evalúan los gobiernos nacionales y provinciales con el objetivo de aplanar la curva de contagios de coronavirus. La iniciativa fue presentada en el Concejo Municipal por la concejala Susana Rueda, de Rosario Progresista, y fue aprobada por unanimidad durante este jueves.

El proyecto propone que en Rosario se instale el modelo elaborado por un equipo de científicos del Conicet, que apunta a que se establezca de forma clara y con antelación los momentos de cierre y apertura, con el fin de controlar la curva de contagios de covid-19.   

Eso ayudará a evitar una eventual saturación del sistema de salud y reducir el impacto que los cierres tienen en los sectores productivos.

La concejala Rueda explico que el modelo aplicado hasta el momento, "si bien evitó un  colapso del sistema sanitario, introdujo incertidumbre en la ciudadanía y muchos rubros de la economía" que se ven afectados con los cierres intempestivos.

“Este esquema de intermitencia implica el diseño de una estrategia a partir de períodos de cierre y otros de apertura de actividades, debidamente planificados y comunicados con antelación”, señaló la edila.

Y agregó: “De esta manera, no se plantean avances ni retrocesos, sino que se pretende establecer una estrategia planificada, con objetivos ciertos, predecibles y con un calendario de aperturas y restricciones”.

Además, el proyecto contempla que desde el gobierno provincial se convoque a un consejo de expertos para diseñar el cronograma de cierres selectivos, planificados e intermitentes, y que esto se realice con el consenso de los sectores involucrados, teniendo en cuenta que "cuando no hay acuerdo ni claridad en la información de las medidas a tomar, esto impacta en la adhesión a las disposiciones estatales".

El ASPI formó parte de las demandas de sectores como los médicos y médicas que integran la Asamblea de Trabajadores por la Salud Colectiva.