El 1º de octubre, Ricardo Emir Gorostiza, un hombre oriundo de la localidad bonaerense de Ramallo, sufrió una descompensación mientras se encontraba de viaje con amigos en Punta Cana, República Dominicana. Ese día fue trasladado de urgencia a un hospital privado de alta complejidad, pero su internación se demoró varias horas cruciales por la falta de pago de una importante suma de dinero que debía abonar la aseguradora contratada para el viaje, según explicó su familia.
Gorostiza, dirigente del Partido Justicialista en Ramallo y ex presidente del Parque Industrial Comirsa, continúa internado en terapia intensiva tras recuperarse y luego sufrir un infarto. Su médico en Argentina recomendó que sea repatriado sólo en un avión sanitario. Mientras tanto, la deuda con el hospital dominicano sigue creciendo a razón de 10 mil dólares por día. "En ese momento estamos sin cobertura, mi padre no puede moverse. Hablé con la Embajada y me dijeron que es muy complicado, que los hospitales de República Dominicana no son los de Argentina".
Terapia intensiva en el extranjero
“Mi padre, Ricardo Emir Gorostiza, de 73 años, se encontraba de vacaciones junto a sus amigos en Punta Cana. El 1 de octubre de 2025, cuando se preparaba para regresar a la Argentina, sufrió una descompensación en el hotel y fue trasladado de urgencia al Hospital IMG alrededor de las 11.30 de la mañana”, relató su hija María Eugenia en un comunicado. La mujer viajó en los últimos días al país caribeño para acompañarlo.
“Pese a que debía ser ingresado de inmediato en terapia intensiva, permaneció más de cinco horas en espera debido a que la aseguradora Interassist Argentina no realizaba el desembolso correspondiente para su atención”, agregó María Eugenia Gorostiza, y subrayó: “Cabe destacar que el seguro contratado por mi padre cubre hasta 200.000 dólares estadounidenses”.
Tras ese interín burocrático —en el que no fue priorizada la salud del paciente—, Ricardo fue finalmente internado a las 20, casi nueve horas después de haber llegado al centro de salud. Fue diagnosticado con influenza A, neumonía e insuficiencia renal aguda (IRA AKIN 1), según publicó Infobae citando fuentes cercanas a la familia.
Luego de dos días en terapia intensiva, el viernes 3 de octubre fue trasladado a una sala común. “Había evolucionado en forma favorable”, contó su hija.
Sin embargo, el martes 7 de octubre, alrededor de las 13.30, sufrió una nueva descompensación. “En ese momento mi papá aún contaba con cobertura activa de la asistencia al viajero. Tuvo convulsiones y un cuadro de edema pulmonar. Fue asistido de inmediato y trasladado nuevamente a terapia intensiva”, relató. Ricardo permanece internado en esa condición hasta hoy.
“Ya teníamos el pasaje para volver a la Argentina. Mi papá fue al baño y, al volver, noté que tenía la mirada perdida. Se cayó delante mío y me arrastró al suelo también —recuerda María Eugenia—. En tres segundos llegaron los médicos y le salvaron la vida con maniobras de RCP”.
Los profesionales lograron estabilizarlo y presumen que sufrió un infarto. Está previsto que, una vez que se encuentre completamente estabilizado, se le realice un cateterismo para determinar la causa del cuadro.
“A pesar de la gravedad de su estado, la aseguradora Interassist Argentina informó el 7 de octubre a las 23:59 (hora local) que la cobertura había caducado, cuando el episodio ocurrió dentro del período vigente del seguro”, explicó la hija, quien se encuentra acompañada por su hija en República Dominicana. “La empresa insiste en realizar un traslado, lo cual resulta imposible actualmente, ya que mi padre corre riesgo de vida.”
El cardiólogo argentino de Gorostiza, Sergio Perrone, se comunicó con el jefe de terapia intensiva del Hospital IMG, y ambos coincidieron en que el paciente solo puede ser repatriado en un avión sanitario y una vez que se encuentre en condiciones óptimas de salud.
Desde el miércoles, la familia Gorostiza afronta gastos que rondan los 10.000 dólares diarios por la internación. “Mis abogados dicen que hay una zona gris: la aseguradora se aprovechó del plazo temporal, pero no tuvo en cuenta la salud ni las condiciones humanas de mi papá”, sostuvo María Eugenia.
Este jueves, la mujer dijo a Infobae que su padre “está mucho mejor de los pulmones”, aunque todavía necesita tiempo para recuperarse del posible infarto. “Está muy caído por los altos niveles de sodio que aún tiene en el cuerpo. Los médicos me dicen que se va a recuperar”, expresó.
Mientras pasa los días en el sanatorio dominicano, María Eugenia continúa en conflicto con la aseguradora. “La cuenta se acumula día por día. Yo tengo la esperanza de que finalmente se van a hacer cargo”, afirmó. El siguiente paso, dijo, es conseguir un avión sanitario para que Ricardo pueda continuar su recuperación en Argentina, cerca de sus afectos.