La mesa de Juana Viale fue escenario de una conversación en la que Emanuel Ortega se refirió al proceso judicial que atravesó recientemente su pareja, la modelo y conductora Julieta Prandi.
El músico compartió confesiones sobre su rol en uno de los capítulos más oscuros de la vida de su compañera. “A mí me cuesta un poco hablar del tema, que pertenece a un momento muy personal y delicado de su vida”, compartió con la nieta de Mirtha Legrand y del resto de los comensales.
Recordó que al conocer la verdadera dimensión de lo vivido por Prandi, el asombro se apoderó de él: “Yo no terminaba nunca de salir de mi asombro. Por otra parte, me encontré con una persona sorprendentemente fuerte, que yo dije: ‘¿Cómo está de pie esta mujer?’”.
Sobre los días más duros recordó: “Nunca es fácil toparte con una persona que está en el estado que ella estaba. A pesar de eso, era ver a diario una vitalidad, una valentía y unos cojones que a veces a nosotros muchas veces nos faltan”.
El músico remarcó el valor de que el caso trascienda la experiencia individual de Prandi y se convierta en un mensaje para quienes aún callan: “Yo celebro que esto haya terminado como terminó, porque me parece que es un precedente muy importante para cientos de miles de personas y sobre todo mujeres que padecen violencia de todo tipo y que no se animan a hablarlo”.
La condena contra Claudio Contardi selló la última etapa de una causa que reclamó atención social y judicial. El Tribunal Oral en lo Criminal N.º 2 de Zárate-Campana pronunció un fallo de 19 años de prisión por violación y daño psicológico a Julieta Prandi, dejando detenido en el acto al empresario.
Julieta Prandi no estuvo presente cuando se leyó el veredicto, que le fue comunicado minutos más tarde. Cinco años pasaron entre la denuncia y la sentencia, un lapso signado por exámenes periciales, declaraciones y la exposición persistente de detalles íntimos ante funcionarios, peritos y medios.