Los castigos físicos regresan este año escolar a las aulas de un pequeño pueblo en el suroeste de Missouri, Estados Unidos. Allí, un distrito escolar decidió restablecer este tipo de castigos "para alumnos rebeldes", previo consentimiento de los padres. En 1977, la Corte Suprema de los Estados Unidos cedió a cada estado decidir por este tipo de medidas de disciplinamiento, y desde entonces 19 de los 50 estados lo permiten, la mayoría de ellos en el sur.

Según CNN, el distrito escolar de Cassville, que atiende a 1.900 estudiantes, adoptó formalmente la política en junio, según su sitio web. Según se aclara en el sitio web, el castigo corporal es una opción "solo cuando todos los demás medios alternativos de disciplina han fallado" y debe administrarse sin ninguna "posibilidad de lesión o daño corporal".

No se especifica la forma que tomará el castigo corporal, solo dice que "no está permitido golpear a un estudiante en la cabeza o la cara".

"Es absolutamente una práctica terrible. No hay necesidad de que un maestro o un administrador golpee o ataque físicamente a un niño. No castiga, traumatiza”, advirtió Richard Wexler, director ejecutivo de la Coalición Nacional para la Reforma de la Protección Infantil. 

No obstante, hay algunas voces a favor. 

El castigo corporal fue un medio ampliamente aceptado para mantener la disciplina en las escuelas estadounidenses durante el siglo XIX y principios del XX, pero la práctica desapareció en las últimas décadas.

En 1977, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que el castigo corporal en las escuelas era constitucional, otorgando a los estados el derecho de decidir por sí mismos. Desde entonces, muchos estados prohibieron la práctica.

Pero 19 estados de Estados Unidos todavía lo permiten, la mayoría de ellos en el sur, según la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente.