Hoy parece algo habitual, pero el divorcio fue un gran tema de debate de la sociedad argentina. Muchos pruritos, muchas dudas sobre las implicancias y demasiados prejuicios habitaron no solo la legislatura nacional, sino los hogares argentinos durante mucho tiempo. Hoy parece algo normal, pero divorciarse era todo un problema en Argentina. Por eso en Telenoche decidieron hacer un poco de historia.
La ley del divorcio vincular data del año 1954, cuando se sancionó una primera ley durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Fue la ley 14.394, pero duró muy poco, hasta el año 1955, norma derogada por el golpe de estado.
Treinta años después, en 1986, se empezó a discutir nuevamente. Ya en democracia, la sociedad comenzó a tener otras inquietudes, pero no fue hasta junio de 1987 que cambió la historia. Hasta entonces, una pareja podía separarse, pero no disolver el vínculo conyugal.
Las personas que se separaban reconstituían parejas y tenían hijos, pero uno de los grandes problemas era que esos hijos eran denominados "ilegítimos".
Después de 10 meses de discusión, el 3 de junio de 1987 se sancionó la ley que permite el divorcio vincular para disolver el matrimonio y autoriza a las personas a volver a casarse.