Una polémica se desató entre el Ministerio Público Fiscal y el gobierno nacional por el vuelo privado que aterrizó en Aeroparque en febrero de este año y que, según un dictamen judicial, ingresó al país sin que se revisara su equipaje ni se realizaran los controles migratorios y aduaneros correspondientes.
Los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez presentaron un informe en el que detallan que diez valijas descendieron de la aeronave sin pasar por los controles de rutina, de acuerdo al análisis de imágenes proporcionadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Además, detectaron irregularidades en los registros migratorios y ausencia de inspecciones mientras la aeronave permanecía estacionada en un hangar.
El avión en cuestión —un Bombardier Global 5000, matrícula N18RU— pertenece a la firma OCP Tech, propiedad del empresario argentino Leonardo Scatturice, y había partido desde Fort Lauderdale (EE.UU.). Tras permanecer en el país unos días, la aeronave despegó el 5 de marzo rumbo a París, con una escala en Tenerife, llevando a bordo a una pasajera y dos tripulantes.
La presentación judicial fue respondida con dureza por el presidente Javier Milei, quien compartió una entrevista en redes sociales donde el director de Arca, Juan Pazo, desmiente las acusaciones y califica de “falsos” los señalamientos fiscales.
“Desenmascarando mentirosos”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
Durante esa entrevista, Pazo explicó que la Aduana fue quien, al recibir la información inicial en marzo, inició un sumario interno y presentó la denuncia penal ante el juzgado de Pablo Yadarola, lo que —según dijo— descarta cualquier intento de encubrimiento. Afirmó que la Aduana no detectó ninguna irregularidad y que los protocolos de control fueron respetados.
Además, sostuvo que no todas las valijas que ingresan al país son escaneadas y que el vuelo, al provenir de Estados Unidos —considerado un país de bajo riesgo—, no requería las mismas medidas que otros vuelos de zonas bajo vigilancia especial.
La empresa dueña del avión también rechazó las acusaciones y negó que la pasajera, identificada como Laura Arrieta, haya ingresado con diez valijas. Según OCP Tech, el vuelo llevaba solo cuatro valijas despachadas y cuatro bolsos de mano, además de dos bultos menores. Aseguraron que todo fue declarado correctamente y se pusieron a disposición de la Justicia para colaborar.
En el dictamen de 47 páginas, los fiscales solicitaron al juez una serie de medidas para esclarecer el episodio, entre ellas:
- Rastrear las llamadas realizadas desde el celular de la pasajera en el período posterior al aterrizaje.
- Identificar los vehículos que participaron del operativo de traslado desde la pista a la zona de control.
- Obtener datos sobre los agentes aduaneros y migratorios que intervinieron.
- Ampliar la declaración de los tripulantes.
- Revisar la normativa aplicada y los procedimientos seguidos durante la llegada del vuelo.