Conocida en las redes sociales como "la niña con el mundo pintado en su cuerpo", Ash Soto tiene vitiligo, un trastorno de la piel que resulta en la pérdida de pigmentación. Usando pintura corporal para crear arte, fomenta la aceptación del cuerpo en los demás.

Actualmente, Soto tiene alrededor de 166.000 seguidores en Instagram y obtiene más de 10.000 me gusta en sus publicaciones, que a menudo presentan su arte característico: trazar las líneas naturales en su piel para crear una obra maestra similar a un mapa.

Sin embargo, la residente de Florida y nativa de Puerto Rico, de 26 años, asegura que no siempre tuvo tanta confianza en sí misma, especialmente cuando le diagnosticaron vitiligo por primera vez a los 12 años.

"Justo cuando le mostré al médico mis manchas, inmediatamente supieron de qué se trataba. Solo recuerdo estar tan asustada y confundida en ese momento. No sabía qué era el vitíligo, no lo sabía", declaró en conversación con People.

En la escuela, Soto era intimidada y, a menudo, sentía que tenía que esconder su cuerpo bajo suéteres y pantalones gruesos, incluso en el calor. "Sabía que ya no quería vivir de esa manera y sabía que tenía que hacer el cambio. Así que con el tiempo comencé a hacer pequeños desafíos, ya sea salir con pantalones cortos o con una camiseta sin mangas, lo que parece muy pequeño para algunas personas, pero para mí, fue lo más grande que nunca".

Ahora, Soto dice que espera que su presencia en las redes sociales y el uso del arte corporal puedan inspirar a otros a aceptarse a sí mismos de la manera que ella pudo.