Halloween es una celebración que si bien muchos argentinos conocen, pocos tienen en cuenta. Y es que se trata de una antigua tradición celta que, a medida que pasaron los años, se fue convirtiendo en una festividad que atraviesa culturas y se impone como una razón más para convocar reuniones y vender productos temáticos, tales como disfraces y calabazas esculpidas con rostros.

Cada 31 de octubre son más los adeptos que se suman a esta festividad, para concocerla y formar parte de lo que ya es un fenómeno moderno. Mientras los niños salen a pedir golosinas y los adolescentes organizan fiestas de disfraces, muchos bares colocan decoraciones y ofrecen tragos o comidas acordes al momento. 

Y si bien no se trata de una fecha que esté muy presente en el calendario festivo de los argentinos, no deja de ser interesante descubrir más sobre sus origenes y particularidades.

La festividad tiene sus raíces en una antigua tradición.

¿Cuando nació esta celebración?

 

Los antiguos celtas, cuando era el tiempo del final de las cosechas (fines de octubre), celebraban una gran fiesta a la que llamaban Samhain, que significa “final del verano”. En ese momento del año ellos almacenaban provisiones para el invierno y sacrificaban animales. A partir de entonces, los días comenzaban a ser más cortos y las noches más largas.

Los celtas creían que en esta noche de Samhain, los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales, lo que los hacía encender grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Era algo así como la fiesta nocturna de bienvenida al Año Nuevo.

Al parecer, en ese tiempo los celtas iban recogiendo alimentos por las casas para las ofrendas a sus dioses, para los que preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que creían que les otorgaba poder.

La costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol.

En esa noche de rituales, la noche de Samhain, se abría la puerta al más allá y los vivos y los muertos tenían la oportunidad de poder comunicarse.

Durante esa época del año muchos de los pueblos antiguos realizaban festividades relacionadas con la muerte, los muertos y la resurrección. Esto se debe al tiempo de Escorpio (fin del otoño en el hemisferio norte), en el cual se enfrentan las fuerzas creadoras y las destructivas y la naturaleza se prepara para un nuevo ciclo, un renacimiento. Representa la muerte simbólica de la Tierra, que despertará en primavera luego de un largo letargo.

Con esos datos uno ya puede imaginarse de donde provienen las tradiciones de recolectar dulces o colocar calabazas con luces en su interior ¿Pero cómo es que esa antigua tradición mutó y se convirtió en "Halloween"?

Las calabazas y decoraciones temáticas revisten cada "Noche de Brujas".

La tradición se cruzó con la religión

 

Con la conquista de los territorios celtas por parte de los romanos, muchas de sus antiguas creencias fueron demonizadas, y algunas de sus festividades fueron apropiadas y resignificadas por el cristianismo.

Así es como esta fecha se convirtió en el día de Todos los Santos, que en inglés es "All Hallow's Eve", que con el tiempo se fue deformando hasta llegar a tener el nombre de Halloween, con el que hoy en día se conoce a esa fiesta en todo el mundo. Sin embargo, en los países hispanohablantes también se la conoce como "Noche de brujas".

Muchas de las tradiciones, como la de vestirse con ropas de terror, fueron tomadas de la cultura celta. Para ellos, disfrazarse era una forma de pasar desapercibidos entre los difuntos que volvían al mundo de los vivos.  

La celebración fue adoptada por varios países.

Celebración oficial en varios países

 

En algunos países anglosajones, Halloween es considerado una celebración oficial de gran importancia, y tanto es así que durante el 31 de octubre hay feriado. Esos países son Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda (aunque en estos últimos dos no se les da tanta importancia).

Evidentemente, con la llegada de la pandemia los festejos quedaron suspendidos este año, pero la fiesta y su temática no dejan de ser una excelente oportunidad para disfrutar de unas cuantas películas de terror. Y para los que tengan una suscripción a Netflix, la plataforma viene estrenando películas y series del género desde que inició el mes de octubre, por lo que la oferta es más que amplia.