Tragos históricos, incluso con un siglo de recorrido, o tragos de moda, de acuerdo a los gustos de estos tiempos. La respuesta al dilema depende de los paladares y las gargantas pero Agustín Zenoni, bartender de Rosario, se animó a compartir algunos secretos y recomendaciones.
Zenoni es un gran exponente de la creciente escena de la coctelería rosarina. Estudió en Cocktail Argentina, trabajó en boliches y en restoranes. Según contó a Radio 2, en libros del rubro existen cócteles de 1870 ó 1880 y una de las estrategias de los nuevos bartenders del mundo es recuperar aquellos tragos.
Adaptar las bebidas según los ingredientes que puedan encontrar similitudes con las que existían en el siglo XIX.
“Se puede jugar con alguna sidra que haya quedado en la heladera de las fiestas y sacar de la bodega algún aperitivo que hace tiempo no se destapa. Campari, Cinzano Rosso y Sidra, por ejemplo”, sugirió.
Su cóctel favorito, dijo, es el Dry Martini. Aunque hoy elige el Vermut Pichincha: "Es vermut y soda, ó vermut y tónica con una pielcita de un cítrico para aromatizar en lugar de una rodaja porque mata la burbuja", agregó.
Más allá de esos recomendados, Zenoni dejó un podio de tragos históricos y otro de clásicos de moda para conocer y saborear durante este verano.
Históricos
En 2019 se celebraron los 100 años del Negroni. Un cóctel de origen italiano preparado a base de Gin, Campari y Vermú rojo. Es uno de los combinados más famosos del mundo inventado en 1919 por el Conde Negroni, al añadir a su Americano un toque de ginebra en lugar de soda.
El Bellini es un famoso coctel Italiano que se prepara con pulpa de durazno, un vino espumante italiano reemplazado en estos tiempos por champagne, y un chorrito de licor de frambuesa.
Y finalmente, el Mimosa. La historia de este coctel se remonta unos cien años atrás en Londres, cuando en el Buck's Club se mezcló por primera vez el champagne y el jugo de naranja. Lo de añadir Grand Marnier o Triple Sec seguramente fue posterior para potenciar el sabor a naranja del cóctel. La familia Real británica contribuyo al éxito de esta bebida. Isabel II no solo gusta de beber té a las cinco, ella misma confesó que está habituada a una copa antes de acostarse.
Clásicos de moda
El Gin Tonic está pisando fuerte en los bares rosarinos, uno de los cócteles que más volumen tiene, es fresco y le da pelea a la expansión de las cervecerías. El origen de esta bebida tenemos que viajar hasta la India y retroceder en el tiempo hasta el siglo XIX. Y no nació como un coctel para tomar en los ratos de ocio, sino como una manera de disfrazar el sabor amargo de la quinina, un componente que ayudaba a combatir el paludismo, habitual en los habitantes de la antigua colonia británica.
El Kir Royal es un clásico cóctel espumoso francés preparado con vino blanco seco y licor o crema de frutas. El licor de frutas más popular para la preparación del kir es la crema de cassis o licor de grosellas negras.
Un americano en Turín, es un cóctel muy premiado, un guiño a la mítica película Un americano en París. Este cóctel combina a la perfección Martini Rosado, con Bitter y una gaseosa de limón.