El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, no quiere que los perros sean utilizados como mascotas en Pyongyang por ser símbolos burgueses y ordenó secuestrarlos a todos. Los dueños de los canes temen que los utilicen para resolver la escasez de alimentos.
Según señalaron medios surcoreanos que recogió La Nación, para Kim, tener perros como mascotas refleja la "decadencia capitalista".
En julio pasado, el líder norcoreano prohibió la crianza doméstica de perros y advirtió que tener un can en casa es "una tendencia corrupta de la ideología burguesa". "Las autoridades han identificado hogares con perros y los están obligando a entregarlos o confiscarlos por la fuerza y sacrificarlos", dijo una fuente al diario surcoreano Chosun Ilbo.
Algunos de los perros son enviados a zoológicos estatales o vendidos a restaurantes de carne de perro.
En líneas generales, la posesión de mascotas se consideró durante mucho tiempo una decadencia occidental, pero las actitudes parecen haberse relajado después de que Corea del Norte organizó el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en 1989, y la élite de Pyongyang comenzó a hacer alarde de costosos perros como símbolos de estatus, según el mismo diario surcoreano.