La Canasta Básica familiar en Rosario subió cerca del 3%, según precisa un informe del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria. De ello se desprende que una familia tipo necesitó $1.275.857 para no ser pobre, durante el mes de agosto. De todos modos, en esto no está contemplado el alquiler de vivienda.

Con el objetivo de brindar estimaciones más cercanas a la realidad de los hogares rosarinos, la Usina de Datos de la UNR presentó los valores de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT) para cinco ejemplos de hogares con distinta composición y régimen de tenencia de la vivienda.

Las estimaciones se realizan a partir de la valorización mensual de la CBA por adulto equivalente y de la aplicación de coeficientes específicos (ICE) construidos según tipo de hogar. La CBT de los hogares mostró en agosto de 2025 una variación mensual promedio del 1,7%, mientras que las variaciones interanuales se ubican en promedio entre 10,8% y 12,6% según la composición del hogar

La familia tipo de cuatro integrantes con vivienda propia (Hogar II) registró la CBT más elevada, de $1.275.857. Este valor se explica por el tamaño del hogar, aunque se ve moderado por la propiedad de la vivienda, que reduce el costo total.

En el caso del hogar monoparental encabezado por una mujer con dos hijos y sin propiedad (Hogar III), la CBT alcanzó $1.039.496, unos $20.000 más que en julio. Esta situación pone en evidencia el peso que tienen tanto el costo habitacional como las vinculadas a las necesidades específicas de niños y niñas.

La pareja de adultos mayores propietarios (Hogar IV) presentó una CBT de $622.817, un monto más bajo en términos absolutos debido a que no se incluyen alquileres y a que la CBA considera menores requerimientos calóricos en este tramo etario. No obstante, en estos hogares los gastos en salud adquieren un peso relativamente mayor respecto de otros grupos.

En tanto, el hogar conformado por dos jóvenes varones sin propiedad (Hogar V) registró una CBT de $977.725, lo que refleja el fuerte impacto del alquiler en hogares pequeños que no logran aprovechar economías de escala.

Finalmente, el hogar unipersonal de un adulto propietario (Hogar I) necesitó $360.306 para no ser pobre. Aunque se trata del valor más bajo entre los casos analizados, este monto no contempla gastos de alquiler y representa un umbral significativo si se lo compara con el salario mínimo vital y móvil.

Estas diferencias muestran que las líneas de pobreza no son iguales: depende de la composición del hogar, de la etapa del ciclo de vida de sus integrantes y del régimen de tenencia de la vivienda.

La CBT incorpora coeficientes de expansión diferenciados según tipo de hogar, basados en la estructura de gastos de los hogares de la región pampeana. El seguimiento periódico de estas canastas permite observar cómo evolucionan los umbrales de ingresos mínimos requeridos para no ser considerado indigente o pobre, respectivamente.

A su vez, aporta información clave para el monitoreo de la situación social en contextos de deterioro de los ingresos de los hogares, inflación en los bienes y servicios de consumo básico y pérdida de poder adquisitivo.

De ello se desprende que en agosto de 2025, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para un adulto equivalente se valorizó en $154.505, con un aumento del 1,2% respecto al mes anterior. Este incremento fue más moderado que el registrado en julio (3,3%), aunque refleja un nuevo aumento en los precios de los alimentos básicos.

Qué alimentos subieron y cuáles bajaron

 

El alza se concentró en las verduras y hortalizas (16,3%) y el pan (6,1%), productos de
consumo cotidiano que suelen tener un impacto mayor en el presupuesto de los hogares de
menores ingresos. También se registraron aumentos en aceites y grasas (+5,9%) y frutas
(+4,5%).

En contraposición, disminuyeron los precios de las raíces y tubérculos (-21,0%), huevos (-13,3%) y legumbres (-7,9%), lo que suavizó el aumento total.

Conclusiones generales

 

En términos interanuales, la CBA mostró una suba del 10,2%, ubicándose por debajo de la variación de precios generales de la economía, lo que sugiere cierta estabilidad relativa en el costo de los alimentos básicos en los últimos doce meses.

Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT) alcanzó un valor de $429.778, con un aumento del 1,8% respecto del mes anterior. Este resultado surge de aplicar la Inversa del Coeficiente de Engel (ICE) que en agosto aumentó alcanzando el 2,78. El aumento del ICE refleja que el componente no alimentario de la canasta (servicios, transporte, vivienda, salud, educación, entre otros) ejerció una presión adicional en este mes, a diferencia de lo ocurrido en julio.

Esto indica que, en este mes, los servicios y gastos no alimentarios aumentaron relativamente más que los alimentos básicos.

En términos interanuales, tanto la CBA como la CBT presentan incrementos moderados en torno al 10%, lo que configura un escenario de relativa estabilidad en comparación con otros períodos.

Sin embargo, los valores absolutos que deben afrontar los hogares para no caer en la indigencia o en la pobreza resultan cada vez más elevados

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