La familia de Roberto Sabo, el kiosquero de 45 años asesinado a balazos el domingo pasado en un asalto en Ramos Mejía, recibió una donación de más de dos millones de pesos, mientras avanzan las primeras diligencias y etapas de la investigación sobre el caso.
La colecta fue impulsada a través de Twitter por Inaki Gutiérrez y Eugenia Rolón, ligados a sectores del liberalismo, quienes el martes pasado se comunicaron con Nicolás Sabo (25), uno de los hijos de la víctima, e iniciaron una campaña.
"Hay muchas necesidades económicas que suplir y un sostén de familia no está más", escribió Gutiérrez, mientras que Rolón puso a disposición su CBU y comenzó a recibir las donaciones. La colecta finalizó este jueves y el dinero, un total de 2.055.049 pesos, fue transferido a la familia.
"Les agradecemos por la colecta y el apoyo que nos dieron todos. Mi abuelo también les agradece a todos los de Twitter, toda la gente que ayudó y colaboró", sostuvo Nicolás, en un video grabado desde su celular y que fue compartido desde la cuenta de Iñaki.
"Muchísimas gracias, mi nombre es Pedro, abuelo de Nico, mi amor. Esto es todo verdad, acá no hay ningún truco. Somos una familia, les agradezco muchísimo y a todos los que no conozco. Muchas gracias a todos", destacó el padre de Roberto Sabo.
Cómo fue el crimen del kiosquero
Cerca de las 14:00 del domingo pasado, un joven acompañado por una adolescente intentó robar en un kiosco ubicado en la Avenida de Mayo y Alvarado, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. En medio del ilícito, el ladrón le disparó al dueño en la cabeza. La víctima, identificada como Roberto Sabo de 49 años, falleció en el acto.
La pareja de delincuentes armados se fugó del lugar en un auto negro que había sido robado a punta de pistola a un remisero. Sin embargo, chocaron el vehículo contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear.
Tras el accidente intentaron esconderse en un supermercado, para lo que se cambiaron la ropa y simularon realizar compras. En su intento de huida le sustrajeron una moto a un repartidor, pero tras un operativo cerrojo fueron detenidos por efectivos de la Comisaría segunda de Ramos Mejía.
El crimen conmovió a vastos sectores de la sociedad. Ello se vio en las muestras de solidaridad, tanto en la magnitud alcanzada de la donación, como las masivas movilizaciones vecinales o el apoyo de los jugadores de River Plate (el club del cual era hincha el kiosquero) y otras personalidades públicas.
El asesino ya había estado preso
Leandro Daniel Suárez, de 29 años, está imputado del delito de "homicidio agravado criminis causa por el uso de arma de fuego", robo calificado, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil y portación ilegal de arma de guerra. Calificaciones agravadas por la "participación de un menor de edad", una adolescente de 15 años, que se estima es su pareja y que lo acompañaba como "campana".
Suárez ya había cumplido una condena de casi seis años de prisión por robo y hurto; y durante octubre fue detenido por robarle a una mujer, aunque recuperó su libertad a las pocas horas porque la víctima no presentó la denuncia.