Desde Dorrego a San Martín, la calle San Luis cambió su fisonomía durante la mañana del sábado. Una de las áreas más comerciales de la ciudad dejó de tener vehículos para ser potestad exclusiva de los peatones en pos de favorecer las ventas en la previa de la Navidad.
“Fue un éxito de convocatoria y ventas. Vino la familia a hacer sus compras. Muchos comercios tenían colas de gente, pero se respetaron las medidas de distanciamiento y protocolo en el ingreso de los locales”, resumió Miguel Rucco, representante de los comerciantes de calle San Luis.
Según sus dichos el objetivo se cumplió dado que “fue una comodidad peatonalizar una calle habitualmente llena de autos y colectivos”. Como la experiencia fue positiva, la idea es seguir en contacto con la municipalidad para programar futuras fechas en donde se repita esta práctica.
La semana que viene también trae buenas perspectivas para los comerciantes de calle San Luis. Todos quedaron habilitados a extender el horario de sus locales. El miércoles 23 podrán permanecer abiertos hasta las 20 y darle oportunidades quienes están rezagados en la compra de obsequios.