Mientras limpian los escombros, reniegan con la compañía de seguros que afirma que no se hará cargo de lo ocurrido. "Vamos a tener que poner abogados", cuenta. A cuatro días todavía hay servicios que no logran reconocectarse, algunos vecinos tienen agua pero no luz y viceversa.
La de ellos es sólo una de las 300 historias, una de las tantas familias que necesita volver a empezar. Por eso la colecta solidaria que están organizando se divide en dos. Por un lado se reciben elementos básicos como vestimenta y calzado para todas las edades, alimentos no perecederos, colchones y muebles básicos para rearmar cualquier vivienda.