El pasado martes por la madrugada, agentes de la Dirección Provincial de Registro y Control de la Comercialización de Bebidas Alcohólicas provincial (ReBa) clausuraron “Tiki Bar”, un local ubicado en la zona de la calle Alem, en Mar del Plata, por el tamaño de sus vasos.

Una caravana de patrulleros ingresó en un local de coctelería y decidió cerrarlo porque los vasos "superaban ampliamente los 350 mililitros permitidos por la ley".

"Todos los años hay una comitiva que sale a inspeccionar los bares de la Provincia. Hace 10 años que abrimos el bar y hace 10 años que vienen. Ayer nos controlaron el protocolo, distanciamiento, matafuegos, papeles y nos marcaron que hay una regla que dice que el bar no puede vender en vasos de más de 350 mililitros. Secuestraron una pinta y clausuraron", contó a La Nación Matías Merlo, dueño de Tiki Bar.

Enterado de la situación, el intendente del partido de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, consideró “desmedida” la decisión de los funcionarios del organismo bonaerense y remarcó a través de su cuenta de Twitter que el operativo policial que derivó en la clausura de “Tiki Bar” no fue llevado a cabo por el Municipio.

“Sé que en Tiki cumplen con todos los protocolos necesarios para trabajar, y es por esto que vamos a arbitrar las medidas para que los controles, incluso en estos casos que no son del Municipio, sean justos y contemplen este contexto tan particular. Más aun en un año tan difícil en el que es imprescindible que acompañemos a los trabajadores y los sectores productivos de nuestra ciudad”, aseguró el intendente.