Oculta en las profundidades de Italia se encuentra una antigua ciudad hundida, que alguna vez, fue amada por los ricos y poderosos y apodada "Las Vegas de Roma". Las imágenes submarinas muestran las ruinas abandonadas del otrora próspero centro vacacional de Baia en el Golfo de Nápoles.
Compuesta por una enorme superficie de 177 hectáreas, algunas partes de la ciudad se mantuvieron en relativamente buenas condiciones, con artefactos y una gran cantidad de estatuas aún en el fondo del mar. Los arqueólogos y buceadores descubrieron la antigua ciudad romana después de encontrar un impresionante suelo de mármol a unos 6 metros debajo de la superficie, según publicó el medio británico The Mirror.
Imágenes sorprendentes muestran la base del mosaico, compuesta por miles de losas de mármol colorido cuidadosamente seleccionadas y colocadas entre sí para formar lo que los investigadores creen que habría sido la recepción de una villa.
Los materiales y patrones utilizados indican que la ciudad se remonta al menos al siglo III, afirma el Parque Arqueológico de los Campos Flégreos. Hace más de 2.000 años, Baia era el lugar de escapada para miles de turistas adinerados que buscaban un viaje apartado y privado. Considerada ampliamente como un balneario próspero y de moda, la zona era visitada por algunas de las personas más selectas de Roma. Julio César, Cleopatra, Cicerón y Adriano deambularon por la antigua ciudad en su época.
John Smout, un investigador que se asoció con arqueólogos locales para estudiar el sitio, incluso afirma que Cleopatra una vez visitó la ciudad: "Hay muchas historias de intriga asociadas con Baia. Se dice que Cleopatra escapó en su barco de Baia después de que Julio César fuera asesinado en el 44 a. C., mientras que Julia Agripina planeó la muerte de su marido Claudio en Baia para que su hijo Nerón pudiera convertirse en emperador de Roma", dijo.
Las calles estaban llenas de lujosas villas construidas por millonarios y se decía que las celebridades habían disfrutado de las rejuvenecedoras aguas termales volcánicas de la ciudad. Apodada "La Las Vegas de Roma", la ciudad rápidamente se ganó la reputación de cumplir los sueños más salvajes de los jugadores más ricos. Hasta el día de hoy se pueden ver estatuas de hombres desnudos bajo el agua, simbolizando la lujuria y el lado atrevido de la ciudad.
El famoso filósofo estoico de Roma, Séneca, insistía en que la "ciudad llena de pecado" debía evitarse a toda costa. Se dice que esto se debió en parte a los desnudos y paseos en estado de ebriedad que eran habituales en Baia.
Su desaparición comenzó con la caída del Imperio Romano, cuando la ciudad fue atacada por los cruzados y varios ejércitos temidos. Pero la gran perdición de Baia se debió a su ubicación, a solo 30 kilómetros de Nápoles, ya que se encuentra en una zona de gran actividad volcánica. En el transcurso de unos siglos, la ciudad fue sacudida constantemente por la actividad hidrotermal y sísmica, lo que provocó que se hundiera en la tumba acuosa en la que se encuentra hoy.
En 2002, el sitio se convirtió en Área Marina Protegida, lo que significa que los buceadores con licencia pueden explorar el cementerio submarino.