Luego de que Rosario3 publicara la información sobre el buzo que fue hallado muerto en la costa de NewCastle y el hallazgo de 50 kilos de cocaína que presuntamente venían en un barco que salió del puerto de Renova en Timbúes, Prefectura Naval hizo algunas aclaraciones al respecto.
“A través de medios periodísticos se tomó conocimiento que el 9 de mayo del corriente año, la Policía de Australia decomisó aproximadamente 50 kilos de cocaína en el Puerto Newcastle. La investigación se habría iniciado luego del fallecimiento de un buzo con un traje de neoprene con equipo de conducción sofisticado en dicho puerto”, señalaron desde Prefectura.
Respecto de la aparición de los 50 kilos de cocaína, la autoridad marítima afirmó no poseer información oficial al respecto. No obstante, expresaron que se realizaron consultas con la Aduana local, responsable del control de las cargas, y con la empresa Terminal del Puerto de San Lorenzo, responsable de la seguridad de la instalación portuaria y el buque por normativas nacionales e internacionales vigentes, quienes también desconocen los hechos.
Sobre lo ocurrido en el puerto de Newcastle, Australia, desde Prefectura insistieron en que tomaron conocimiento por medios periodísticos y que no hubo ningún contacto telefónico con autoridades australianas.
“Se conoció que las autoridades australianas detuvieron un buzo de nacionalidad brasileña que quería salir desde Australia a Singapur, a raíz de estar conectado con el buzo muerto en inmediaciones al buque amarrado en el puerto de Australia, y el hallazgo de bultos con cocaína, siempre según fuentes periodísticas. En ese supuesto, no se sabe si la supuesta droga se estaba cargando o descargando en el barco de nombre Areti GR en el puerto australiano, el que efectivamente estuvo en puerto San Lorenzo a principios del mes de abril pasado; lo cual no necesariamente indica que pudo haber sido "contaminado" con la droga en nuestro país”, añadieron.
En ese sentido, desde Prefectura explicaron que “todos los buques que navegan en aguas argentinas son controlados y se les hace un seguimiento mediante un sistema que posee la Prefectura en materia de seguridad de la navegación, desde que ingresa a nuestro país hasta que sale nuevamente y una vez que se halla fuera de aguas argentinas, el barco comienza una travesía en aguas libres, fuera del control argentino”.
En el caso de la "contaminación" de este barco en particular, “es llamativo porque el método reviste un grado de profesionalismo y dificultad muy grande dado que se trata de colocar droga debajo de la superficie del agua del lado de afuera dentro del buque, lo que involucraría un trabajo complejo con más de una persona con mucho profesionalismo y conocimiento de buceo, como también elementos sofisticados y tecnología de punta para la labor, y mucho tiempo porque además debe sumarse que las tareas de buceo en las aguas de nuestros ríos del litoral se hacen bajo total falta de visibilidad por las aguas turbias y la fuerte corriente, trabajándose "al tacto", lo que impide la precisión necesaria para primero ubicar el lugar y luego la forma de asegurar la carga dentro de las rejillas que posee el buque para estabilizarse ingresando o expulsando agua con bombas especiales”, concluyeron.
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