El astronauta estadounidense Michael Collins, viajero espacial de la Apolo 11, la primera misión tripulada a la Luna, murió de cáncer este miércoles a los 90 años.
Collins fue parte de la histórica misión de la Nasa que en 1969 llegó a la Luna, pero a diferencia de sus compañeros Neil Armstrong y Buzz Aldrin, que pudieron descender de la nave y caminar sobre el suelo lunar, él fue quien quedó a cargo del módulo de transporte a la espera del regreso de ambos.
Fue justamente por eso que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio lo evocó como "el hombre más solitario de la historia".
Su experiencia en el espacio
A pesar de su edad, Collins seguía siendo en los años recientes el más activo de los veteranos de la Apolo, y el que evocaba de manera más poética sus recuerdos de la aventura lunar.
"Cuando partimos y la vimos, oh, qué esfera tan increíble", relató en 2019 en Washington, durante la conmemoración del 50 aniversario del hito espacial.
"El Sol estaba detrás de ella, por lo que estaba iluminada con un círculo dorado que hacía que los cráteres fueran realmente raros, debido al contraste entre el más blanco de los blancos y el más negro de los negros", graficó el astronauta.
"Con todo lo espléndido e impresionante que fue, no fue nada comparado con lo que vimos a través de la otra ventana", continuó. "Allí estaba ese guisante del tamaño de tu uña con el brazo extendido, una cosita tan hermosa arropada en el terciopelo negro del resto del universo".
Collins decía no guardar ninguna amargura por no haber podido pisar la Luna. Más tarde, incluso confesó "haber estado muy feliz de quedarse solo" durante 32 horas, y recalcó no sin humor "haber sido uno de los pocos estadounidenses que no siguió el alunizaje porque no había televisión a bordo".
Los mensajes de despedida
"Hoy, nuestra nación perdió a un pionero y un hombre que dedicó su vida a la exploración espacial", informó el administrador de la Nasa Steve Jurczyk.
"Como piloto del módulo de comando del Apolo 11, algunos lo llamaron 'el hombre más solitario de la historia'. Mientras sus compañeros caminaron en la Luna, él colaboró para que nuestra nación alcanzara una meta histórica", añadió.
"Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final, de la misma manera", escribió la familia de Collins en su cuenta oficial de Twitter.
En el comunicado, su familia deseó que fuera recordado por "su agudo ingenio, su sereno sentido del deber y la mirada de sabiduría adquirida al volver a la Tierra desde el espacio y observando las tranquilas aguas desde su barco de pesca".
"Michael Collins vivió una vida al servicio a nuestro país", manifestó por su parte el presidente de Estados Unidos Joe Biden.
"Puede que no haya recibido la misma gloria, pero fue un socio igualitario, recordando a nuestra nación la importancia de la colaboración al servicio de los grandes objetivos", señaló el mandatario.
Su llegada a la Nasa
Nacido el 31 de octubre de 1930 en Roma de padre diplomático, Collins se convirtió en piloto de pruebas del Ejército de Estados Unidos.
En 1963 se unió a la Nasa, dos años después de que el presidente John F. Kennedy dijera que soñaba con ver a un estadounidense caminar sobre la Luna antes de que finalizara la década, y fue durante aquellos años que acumuló muchas horas de vuelo y caminatas espaciales, especialmente durante las misiones Gemini.
Al igual que Aldrin y Armstrong, Collins abandonó rápidamente la NASA después del regreso triunfal a la Tierra y siguió una prolífica carrera pública.
Fue nombrado subsecretario de Estado para Asuntos Públicos por el presidente Richard Nixon. Luego dirigió la construcción del National Air and Space Museum en Washington, asumiendo su presidencia entre 1971 y 1978.
Posteriormente se convirtió en consultor y escribió libros relacionados con la aventura espacial.