La salud sexual masculina es un pilar fundamental de la calidad de vida. En los últimos años, ha ganado mayor visibilidad en el ámbito médico y social. Entre los motivos de consulta más frecuentes se encuentran la disfunción eréctil y la enfermedad de Peyronie, dos patologías que impactan no solo en la función sexual, sino también en la autoestima, las relaciones de pareja y el bienestar integral.

Disfunción eréctil: más que un problema íntimo

La disfunción eréctil (DE) afecta a cerca del 30% de los hombres mayores de 40 años y a la mitad de los mayores de 70, según estudios multicéntricos como el Massachusetts Male Aging Study. Las guías de la European Association of Urology (EAU 2025) y de la American Urological Association (AUA 2024) advierten que la disfunción eréctil no debe considerarse únicamente un trastorno sexual, sino también un marcador precoz de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y endocrinas.

La Doctora  Malén Pijoan, especialista reconocida en el área, explicó:

“La disfunción eréctil suele ser el primer síntoma de un problema más profundo; detectarla a tiempo permite prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

Respecto al tratamiento, la especialista destacó que hoy existe un arsenal terapéutico escalonado:

• Fármacos orales como primera línea.Terapias regenerativas o restaurativas, como ondas de choque de baja intensidad e Implantes de prótesis peneanas de última generación, reservados para casos refractarios.

Enfermedad de Peyronie: un desafío con nuevas respuestas

La enfermedad de Peyronie afecta a entre un 7% y un 9% de los hombres adultos. Se caracteriza por la formación de placas fibrosas en la túnica albugínea, que producen curvatura peneana, dolor y dificultad en las relaciones sexuales. Los pacientes suelen describirlo con frases como: “Se me dobla el pene y siento que se acorta”.

La Dra. Pijoan subrayó que muchos hombres creen que la cirugía es la única alternativa. Sin embargo, tanto la International Society for Sexual Medicine (ISSM) como la EAU recomiendan un abordaje escalonado y personalizado:

• Fase inicial: tratamientos médicos y opciones mínimamente invasivas.

• Fase avanzada: técnicas quirúrgicas de precisión, como la geométrica de Egydio o la plicatura múltiple de Lue.

En la práctica clínica, se observan buenas respuestas en pacientes tratados con terapias regenerativas, lo que abre nuevas expectativas.

“Cada vez más hombres eligen estas alternativas porque les permiten mejorar su vida sexual sin recurrir de inmediato a la cirugía”, comentó Pijoan.

La pregunta permanece abierta: ¿cuál es el tratamiento ideal para cada paciente? La respuesta está en la individualización y el acompañamiento profesional y la medicina de precisión.

Ciencia, debate y confianza

Estas discusiones trascienden el consultorio. En congresos como el Argentino de Urología y la Confederación Americana de Urología (CAU), la Dra. Pijoan ha presentado conferencias sobre la necesidad de un enfoque integral en la salud sexual masculina. Allí también se destacó la presentación de su libro “Patología Quirúrgica en Infertilidad Masculina”, que refuerza la importancia de la evidencia científica y del debate académico como respaldo al paciente.

El valor de la consulta científica

Tanto la disfunción eréctil como la enfermedad de Peyronie no deben vivirse en silencio. La Dra. Pijoan enfatizó:

“La consulta científica y especializada abre un camino de soluciones reales, seguras y adaptadas a cada paciente”.

Hoy existen alternativas innovadoras y respaldadas por la ciencia que permiten recuperar la salud sexual, la confianza y la calidad de vida.