La Policía de Rosario incorporó este jueves más de 60 pistolas Taser, entregadas por el Gobierno de Santa Fe en el marco de una inversión de 19.000 millones de pesos en equipamiento, cámaras corporales y capacitación. Se trata de armas consideradas de baja letalidad, que buscan ofrecer una alternativa intermedia entre el arma reglamentaria y la contención física.
Las Taser, también conocidas como dispositivos de electrochoque o disruptores neuromusculares, inmovilizan a una persona mediante una descarga eléctrica.
Según el Ministerio de Seguridad provincial, su uso estará limitado a ciertos escenarios, como tomas de rehenes, situaciones urbanas específicas o el ámbito penitenciario, pero no en concentraciones masivas como estadios de fútbol.
Cómo funcionan las pistolas Taser
Las Taser se utilizan en más de 100 países. Al ser disparadas, lanzan dardos que se enganchan en la ropa del agresor. Esos dardos están unidos a cables conectados a la batería del dispositivo, que transmite una descarga de 50 mil voltios con una intensidad menor a 4 miliamperios.
Esto genera una parálisis muscular momentánea, sin causar lesiones graves, lo que permite a los efectivos reducir a la persona.
Armando Faraoni, subsecretario de Tecnología y Equipamiento del Ministerio de Justicia y Seguridad, explicó que “no hay que asociar el voltaje con la letalidad, porque lo que la hace peligrosa es la intensidad de corriente. Estas pistolas transmiten menos corriente que un desfibrilador y no afectan ni siquiera a personas con marcapasos”.
Las lanzadoras Byrna: proyectiles cinéticos
Además de las Taser, Santa Fe adquirió 100 lanzadoras Byrna. Estas armas funcionan con dióxido de carbono y disparan proyectiles de polímero que pueden estar vacíos o contener sustancias irritantes como gas pimienta.
Por sus características, suelen ser utilizadas como “armas antitumulto”. En este caso, la provincia compró 50 pistolas, 30 rifles y 20 rifles con tolva para diferentes situaciones de control.
Capacitación y control del uso
El gobierno provincial subrayó que el uso de estas armas requiere una capacitación específica. Faraoni detalló que la formación incluye una etapa teórica y otra práctica. “Los policías incluso reciben una descarga, para saber qué provoca el arma y aumentar su responsabilidad en el manejo”, dijo.
Los dispositivos cuentan con giroscopio, mira láser y una cámara incorporada que registra cada disparo. Esa bodycam, explicó el funcionario, permite controlar eventuales abusos y, al mismo tiempo, proteger al agente frente a posibles denuncias falsas.
Protocolos y alcance
El uso de las Taser y las Byrna se ajusta al protocolo provincial sobre el uso progresivo de la fuerza. Se prioriza la inmovilización sin riesgo de vida, con un alcance recomendado de entre 3 y 12 metros, explicaron autoridades.