En el Concejo Municipal de Rosario se tratará este jueves, en sesión, una regulación para un sector en expansión. Los ediles vieron el auge y entendieron que requería atención: una ordenanza que establece las condiciones de habilitación y funcionamiento de las guarderías de perros y gatos.

Esos espacios nacieron como solución para los dueños que trabajan muchas horas, o viajan, y las mascotas pasan ese tiempo en soledad. En la comisión de Planeamiento tuvo proveído el proyecto que ingresó en febrero de este año, se debatió en la comisión de Ecología, luego en la de Gobierno y la de Planeamiento, y tras varias idas y venidas por diversas comisiones, esta semana se debate en el recinto.

El objetivo de la regulación es garantizar el cuidado responsable de los animales alojados y proteger la salud pública de la ciudad. Define como guardería a toda institución o comercio que preste servicios rentados de recepción, alojamiento, manutención y cuidado de perros y gatos, y entre los requisitos que tendrá, obliga a acondicionar espacios adecuados en seguridad e higiene, así como tener personal capacitado.

“Esta norma busca reconocer el rol de cuidado de un animal que es integrante de la familia, en un espacio que cumpla con las condiciones de seguridad, higiene, sociabilizacion y recreación del animal. Es aggiornar estos espacios a las nuevas dinámicas familiares de la ciudad. Buscamos permitir y viabilizar condiciones que deberán cumplir esos establecimientos que vamos a promover”, explicó el concejal Fabrizio Fiatti, impulsor de la ordenanza, en diálogo con Rosario3.

De esta manera, “la norma incorpora un nuevo rubro al sistema de habilitaciones municipal. Conviven hasta ahora los rubros de veterinaria (de salud) y criadero (rural y sin cuidados), y proliferan los pet-shop como actividad comercial complementaria para las mascotas. La actividad de guardería vimos que tiene una alta demanda, y empieza a tener oferta. No estaba reglada, por lo que teníamos ocasiones en que hacíamos excepciones en el Concejo para habilitar guarderías locales”.

Las guarderías deberán contar con espacios amplios y adecuados para la recreación y el descanso, así como personal capacitado en manejo y cuidado animal (etólogos). De esta forma no solo deberán vigilar a los animales, sino tener conocimientos de educación canina y felina, sobre su alimentación y cuidados básicos. Cada guardería deberá contar con un veterinario matriculado en el Colegio de Médicos Veterinarios de la 2ᵃ Circunscripción de Santa Fe.

La ordenanza vigente sobre guarderías caninas, que data de 1992, solo permitía este tipo de establecimientos en zonas rurales, dado que los equipara a los criaderos.

Los nuevos requisitos


 

Esta nueva normativa para guarderías de animales domésticos establece que habrá controles regulares para garantizar la convivencia con los vecinos y evitar posibles molestias, como podrían ser ruidos o malos olores.

Para ser habilitados, los trabajadores de las guarderías deberán capacitarse en materia de bienestar animal y cuidado responsable, en el bienestar integral y cuidados sanitarios de los perros y gatos, primeros auxilios y pautas de convivencia.

Las guarderías deberán proveer un espacio seguro que proteja a los animales del frío, calor, lluvia, humedades u otras condiciones climáticas adversas, y mantener el lugar en condiciones higiénicas, incluyendo espacios específicos para alojar a los animales que, por encontrarse enfermos, deban permanecer en cuarentena.

Deberán garantizar alimentación de calidad y adecuada a la especie y condiciones del animal, respetando sus tratamientos de salud.

Contarán con regímenes de comunicación con los dueños, y cada animal contará con una ficha identificatoria con sus datos de libreta sanitaria. Y la infraestructura deberá ser apta para evitar la propagación de ruidos molestos.