El famoso cuadro al óleo "La Joven de la Perla", pintado por Johannes Vermeer en 1665, fue un misterio durante siglos. La identidad de la joven que posó para el cuadro no se conocía hasta ahora. Sin embargo, gracias a la investigación del historiador de arte británico Andrew Graham-Dixon, se reveló que la modelo era Magdalena, la hija del principal financista de Vermeer, Pieter Claesz van Ruijven.
Graham-Dixon descubrió que la familia de Magdalena era muy religiosa y que su madre, María de Knuijt, era parte de un grupo radical conocido como los Collegiants. La familia colgó cuadros de Vermeer en su casa que reflejaban sus creencias más profundas, incluyendo "La Joven de la Perla", según publicó el diario británico The Sun.
La investigación de Graham-Dixon sugiere que Magdalena, al igual que sus padres, participó en el movimiento Collegiant y tenía un compromiso con Cristo. La perla en su oreja es un símbolo de su estado de alma, rebosante de alegría e irradiada con luz divina.
El cuadro de Vermeer estaba destinado a convocar y sostener el momento de la resurrección de Cristo, dirigiendo las oraciones de Magdalena y colocándola siempre en la presencia de Cristo.
La revelación de la identidad de la modelo es un descubrimiento importante en la historia del arte y arroja nueva luz sobre la vida y la obra de Johannes Vermeer. Este descubrimiento cambia la comprensión de la obra y la vida de Vermeer, y permite entender mejor el contexto en el que se creó el cuadro explicaron expertos.
El cuadro "La Joven de la Perla" se encuentra actualmente en el Mauritshuis de La Haya, Países Bajos, con un valor asegurado de 147 millones de libras. La obra es considerada una de las más importantes de la historia del arte, y su valor no solo es monetario, sino también cultural y histórico.