El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó incrementar la custodia sobre Jair Bolsonaro, quien cumple prisión domiciliaria en Brasilia en el marco del juicio por su participación en un intento de golpe de Estado. La resolución establece patrullas permanentes alrededor de su residencia, a cargo de la policía penitenciaria.
El juez Alexandre de Moraes aceptó un pedido de la Fiscalía General, señalando que existe riesgo de fuga, especialmente debido a las acciones de Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, quien se encuentra en Estados Unidos intentando influir en autoridades brasileñas para lograr una amnistía para su padre. Moraes indicó que estas maniobras aumentan la posibilidad de que Bolsonaro busque eludir la Justicia.
La vigilancia será discreta, sin exponer indebidamente al expresidente ni generar molestias a vecinos, y sin invadir la privacidad del domicilio. La Policía Federal había solicitado reforzar la custodia, incluyendo agentes dentro de la vivienda, debido a posibles fallas en la tobillera electrónica, que depende de la señal de telefonía celular.
El magistrado señaló que esta medida es “apropiada y necesaria” antes de la etapa final del juicio. Entre los antecedentes mencionados se incluyen un borrador de carta en la que Bolsonaro solicitaba asilo en Argentina en 2024, así como maniobras atribuibles a él y a su hijo para interferir en el proceso judicial.
El calendario del tribunal indica que los alegatos finales comenzarán el 2 de septiembre, y Bolsonaro recibirá el veredicto junto a otros 35 procesados, entre exfuncionarios y militares acusados de intentar desconocer los resultados de las elecciones de 2022.
El exmandatario continúa rechazando los cargos y niega haber conspirado contra la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.