El Reino Unido atraviesa una temporada de gripe adelantada y con números por encima de los esperados. La patóloga argentina Marta Cohen, que reside en ese país, explicó en una entrevista televisiva que la circulación del virus influenza A creció de manera sostenida en las últimas semanas y produjo un incremento relevante de consultas e internaciones.

Según datos oficiales citados por la especialista, los contagios son un 56% superiores a los registrados en esta misma época del año pasado. “El pico se adelantó y la cantidad de casos sorprendió a las autoridades sanitarias”, indicó. En la actualidad, unas 2.000 personas permanecen internadas en hospitales británicos por cuadros gripales, y los servicios de salud estiman que la demanda podría aumentar a medida que avance el invierno.

Cohen atribuyó este comportamiento a mutaciones del virus H3N2 -particularmente su subclado K- que incrementaron la capacidad de transmisión. También detalló que la vacuna presenta una eficacia estimada del 75% para prevenir cuadros graves. “No es una situación alarmante, pero sí exige reforzar medidas de cuidado”, señaló en diálogo con LN+.

En Reino Unido, las recomendaciones oficiales priorizan medidas individuales: uso de barbijo en caso de presentar síntomas, aislamiento domiciliario mientras dure la fiebre, distanciamiento en lugares cerrados y teletrabajo cuando sea posible. El objetivo central es evitar que la alta circulación viral derive en una saturación hospitalaria durante el invierno, un período de mayor presión sobre el sistema sanitario.

Respecto de la vacunación, la patóloga explicó que en ese país se aplica cada octubre y alcanza una cobertura cercana al 92%, impulsada por campañas de concientización y priorización de grupos de riesgo. En relación con la Argentina, aclaró que la vacuna debería aplicarse en marzo, coincidiendo con la llegada del otoño y la antesala del invierno local, dado que su protección dura alrededor de seis meses. Para quienes viajen a Europa en enero, recomendó vacunarse unas dos semanas antes del viaje.

La información sobre el comportamiento del virus coincide con lo reportado por organismos internacionales. La Organización Mundial de la Salud registró que la actividad gripal comenzó entre tres y seis semanas antes de lo habitual en buena parte del hemisferio norte. Países como España, Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos y Canadá muestran un patrón similar, con circulación predominante del subclado K y un aumento temprano de consultas.

Aunque la mortalidad por gripe no presenta variaciones significativas, sí se observa una mayor frecuencia de contagios, lo que motiva a reforzar hábitos de prevención: ventilación de ambientes, lavado de manos, consulta temprana ante síntomas y especial atención a niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes.