Este jueves 7 de agosto se celebró el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, y Rosario inició desde temprano una jornada cargada de actividades religiosas, pero también sociales. Muchos fieles se reunieron para pedir y también agradecer la tenencia de trabajo.

Alan Monzón/Rosario3

Cerca de las 7 comenzaron a congregarse, de acuerdo a lo que informó Radiópolis (Radio 2), los primeros fieles en la parroquia de calle Buenos Aires al 2100, que se mezclan con numerosos vendedores de estampitas del santo, pancitos y espiguitas (dos por mil pesos), todos símbolos de esta celebración.

A la muestra de fe se le sumaron una movilización masiva organizada por sindicatos, movimientos sociales, jubilados y estudiantes que se realizó por la mañana.

Alan Monzón/Rosario3

Cortejos, marchas y ollas populares

 

La marcha principal partió de la plaza del Che Guevara (27 de Febrero y Laprida). Desde allí, avanzó por calle Buenos Aires, se detuvo frente a la parroquia de San Cayetano para continuar hasta el Monumento a la Bandera.

Allí se instalaron alrededor de 50 ollas populares organizadas por vecinos y organizaciones sociales, con bendición incluida por parte del arzobispo Eduardo Martín.

La convocatoria incluyó a gremios del transporte, camioneros, recolectores, marítimos, entre otros. Además de ATE, la CTA, la UTEP, la CCC, el Movimiento Evita, y agrupaciones estudiantiles y de jubilados.

La procesión hasta la plaza

 

A las 15 se inició la tradicional procesión desde la parroquia hasta plaza Libertad, por calle Buenos Aires e Ituzaingó.

El regreso fue a las 16.30 por calle Sarmiento y luego Cerrito, con cortes intermitentes al paso de la peregrinación.

Un reclamo que trasciende lo religioso

 

En vísperas de esta fecha, la Iglesia Católica emitió un comunicado en el que reclamó al Gobierno y a la dirigencia política que prioricen el empleo en el diseño de sus políticas.

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina advirtió que la pérdida de trabajo “hiere profundamente la dignidad” y pidió no descartar ninguna forma de sustento, desde las changas hasta la economía popular.

El arzobispo de Rosario, por su parte, dio su respaldo a la movilización local, en la que se unirán fe, solidaridad y reclamos por un trabajo digno y estable.