Según un estudio dirigido por el ginecólogo francés Samuel Salama, en el hospital Poissy Saint Germain en Laye en París, la emisión de líquidos durante el orgasmo femenino proviene de la vejiga y no todos esos fluidos son considerados como "eyaculación". Las personas biológicas femeninas pueden producir varios tipos de líquido durante las relaciones sexuales. Luego, a medida que se alcanza el orgasmo, a veces se pueden expulsar otros dos tipos de líquido de la uretra.
Hasta hace poco, ambos fluidos del orgasmo se describían como eyaculación femenina. Sin embargo, este término ahora se reserva para el líquido menos secretado.
Según publica TN, se cree que alrededor del 5 por ciento de las mujeres en los países occidentales experimentan "chorros", pero cuál es este fluido y de dónde proviene siempre fueron temas inciertos.
Para averiguarlo con certeza, Miyabi Inoue, uróloga de la Clínica Miyabi Urogyne en Japón, y sus colegas inyectaron tinte azul mezclado con agua en las vejigas de cinco voluntarias que podían liberar estas grandes cantidades de líquido. Tras ser estimuladas sexualmente, expulsaron el fluido y un investigador recolectó el líquido liberado en un frasco estéril.
“Es difícil recolectar líquido chorreado porque la dirección del chorro es variable”, reconoce Inoue. En todos los casos, el líquido rociado era azul.
“Esto confirma que el chorro parece originarse en la vejiga”, remarca Jessica Påfs de la Universidad de Gotemburgo en Suecia. “Pero todavía hay tantas preguntas... Por ejemplo, ¿el líquido tiene la misma composición que la orina? y ¿por qué algunas mujeres expulsan este líquido y otras no?”, plantea
Todas las mujeres en el estudio tenían un buen control de la vejiga, lo que sugiere que su chorro no fue causado por la incontinencia urinaria, aclara Inoue.
En el momento del chorro, cuatro mujeres del estudio también parecían experimentar eyaculación femenina. Este proceso fisiológico distintivo implica la secreción de unos pocos mililitros o menos de un líquido espeso y lechoso de pequeñas glándulas junto a la uretra llamadas glándulas de Skene, o la “próstata femenina”.
El líquido contiene antígeno prostático específico (PSA), que también está presente en la eyaculación producida por la próstata masculina.
En la Universidad de Gotemburgo, entrevistaron a mujeres para aprender más sobre sus experiencias con la emisión de chorros. En este caso, de los 28 entrevistadas, algunas reportaron un inmenso placer en la ocurrencia, mientras que otros la consideraron sobrevalorada o vergonzosa. En algunos casos, el chorro fue involuntario, pero algunos de ellos aprendieron a realizarlo con entrenamiento.
La misma investigación examinó la práctica en Ruanda, donde es muy celebrada, y donde las mujeres informaron tener la mayor satisfacción posible en el suceso. De hecho, está vinculado a la relajación y la liberación, y su práctica se transmite de generación en generación.