Familiares de víctimas del fentanilo estarán este miércoles en el Concejo de Rosario y el jueves viajarán a la reunión de la Cámara de Diputados de la Nación, donde fue nuevamente citado el ministro de Salud, Mario Lugones, quien aún no confirmó asistencia. Mientras esperan respuestas por las responsabilidades en las recientes muertes de sus familiares en distintos efectores públicos y privados de todo el país —la mayoría en Rosario y la provincia de Santa Fe—, expresaron su dolor y la necesidad de ser escuchados.
“A seis meses de la tragedia seguimos igual que al principio, atravesados por el dolor. No pudimos hacer el duelo. Estamos solos, como en el día uno”, dijeron.
Ivana Esteban y Gisela Amin estuvieron este martes en el programa Telenoche Rosario (El Tres) y pidieron a la sociedad y a las distintas esferas del Estado que las acompañen. “No podemos estar pidiendo ayuda”, expresaron. Sobre la convocatoria al ministro de Salud de la Nación en el Congreso, opinaron que debería asistir porque “tiene la obligación como funcionario público y como ser humano”.
También lamentaron no haber recibido llamados del gobierno de Santa Fe, desde donde —dijeron— “no se le da entidad a este desastre sanitario”.
“En Santa Fe hubo 59 muertes y no recibimos ningún llamado del gobierno provincial. No nos contactó ningún ministro ni el gobernador. Estamos dispuestos a sentarnos con ellos y contarles nuestra historia, pero sentimos que no se le da la entidad que merece este desastre sanitario”, expresó Ivana.
“Estamos solos. Esta comunidad de familias surgió en Rosario y tratamos de acompañarnos entre nosotros. Queremos visibilizar lo que pasó: hay 49 víctimas fatales de la ciudad acreditadas en el expediente. Llegamos a la Justicia porque buscamos respuestas y porque nos convertimos en investigadores, contactándonos entre nosotros y reuniendo información”, expresó Ivana en diálogo con los periodistas Almudena Munera Muñoz y Pablo Montenegro.
En tanto, Gisela contó que “todos los días se suman personas con dudas sobre si su familiar fue víctima del fentanilo, y nosotros les acercamos orientación sobre sus derechos y sobre cómo averiguar historias clínicas u otros detalles”.
“Nosotros sufrimos destrato en las instituciones y acá hay una cadena de responsables. Esto no debió haber pasado. Las familias tenemos muchas preguntas, como por qué, si Anmat tuvo 118 alertas, no cerró el laboratorio”, añadió Ivana Esteban.
Ivana también aseveró que las familias están conformes con el modo en que el juez Ernesto Kreplak está llevando adelante la causa. “Hay que tener en cuenta que se trata de un expediente complejo, con muchas aristas y una cadena de responsables. El magistrado está siendo muy prudente. Además, parte del expediente está bajo secreto de sumario, por lo que también debemos ser cautelosos a la hora de brindar información”, dijo.
Por otra parte, ambas familiares pidieron “que se trabajen leyes de trazabilidad y controles más estrictos”.
Nos convertimos en investigadores, contactándonos entre nosotros y reuniendo información
“Queremos que los legisladores municipales, provinciales y nacionales asuman su responsabilidad y vean cómo pueden ayudarnos dentro de sus competencias”, indicaron.
Los familiares de Rosario indicaron que tienen una cuenta de Instagram, @fentanilorosario_justicia, y otra llamada @casofentanilo. A través de ellas orientan a las familias, les explican cómo proceder y las acompañan “desde la empatía, porque todas pasamos por lo mismo”.
“Queremos que la sociedad sepa que esto nos pasó a nosotros, pero podría haberle pasado a cualquiera. Que murió mucha gente a la que llevamos para que la curaran y salió en un cajón. Que esto fue una masacre sin precedentes y que el Estado tiene el deber político y humano de acompañarnos”, indicaron.
Los dos casos
Ivana, hija de Ángela Campos, contó que a su mamá, durante un mes, le aplicaron diez unidades de fentanilo por día. Cuando analizaron las ampollas, tenían olor podrido. “Es una tortura saberlo. Ella murió sin diagnóstico claro, con un deterioro que nadie podía explicar”, detalló.
En tanto, Gisela, hija de Inés Ruiz, dijo que su mamá ingresó al sanatorio con una infección de oído. Estuvo dos días en la guardia y luego la pasaron a terapia intensiva por una complicación respiratoria. “Nunca nos informaron sobre bacterias ni sobre el fentanilo. Falleció el 10 de mayo. En la historia clínica figura ‘falla multiorgánica’, como en la mayoría de los casos”, describió.