Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió este lunes el norte de Japón y motivó que la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitiera una alerta de tsunami con olas que podrían alcanzar los tres metros. Hasta el momento no se reportaron víctimas fatales ni daños materiales significativos.

Según informó la cadena pública NHK, se esperaba que la primera ola arribara alrededor de las 11:40 PM hora local (2:40 PM GMT) a zonas costeras de Aomori e Iwate, en la isla de Honshu. La JMA precisó que el epicentro se localizó frente a la costa oriental de Aomori, a 41,0 grados de latitud norte y 142,3 grados de longitud este. También señaló que un tsunami de 40 centímetros impactó en la ciudad de Urakawa, en Hokkaido, y en el puerto de Mutsu Ogawara, en Aomori.

Terremoto frente a costa este de Japón con alerta de tsunami.

El organismo meteorológico dispuso el alerta para las prefecturas de Aomori, Hokkaido e Iwate, y lo extendió a Miyagi y Fukushima. En paralelo, la JMA y los organismos de vigilancia instaron a la población a mantenerse alejada del litoral, mientras se monitorea la posibilidad de nuevas réplicas y cambios en el nivel del mar.

El movimiento telúrico tuvo su mayor intensidad en Hachinohe, donde alcanzó el nivel 6 superior en la escala sísmica japonesa. Localidades como Oirase y Hashikami registraron un impacto similar, aunque de menor fuerza, mientras que en Tokio la sacudida fue leve, equivalente al nivel dos. 

Tras el sismo, la primera ministra, Sanae Takaichi, anunció la creación de un grupo de trabajo de emergencia para evaluar la situación. “Estamos priorizando la vida de las personas y haciendo todo lo posible”, afirmó en un breve contacto con la prensa.

La repercusión del temblor también generó preocupación en otros países del Pacífico. 

En Perú, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) y la Dirección de Hidrografía informaron que, tras un análisis técnico, no existe amenaza de tsunami para su litoral. Las autoridades explicaron que las características del evento no cumplen los parámetros necesarios para producir un desplazamiento significativo del océano hacia las costas peruanas, aunque aclararon que el monitoreo continuará en coordinación con redes internacionales de alerta.