El viernes pasado Maju Lozano contó que es autista. A flor de piel y a corazón abierto, la conductora dio detalles sobre cómo fue enterarse del diagnóstico a los 51 años y, desde entonces, las aristas que se desprenden de un trastorno que no tardó en volverse tema de conversación

En ese sentido, el doctor Idelmo Nicola, neurólogo y miembro adjunto de la Sociedad Neurológica Argentina, dialogó con De boca en boca (Radio 2) y detalló cuáles son los principales puntos del autismo, los síntomas más comunes y respondió a una de las preguntas más redundantes de estos últimos días tras el testimonio de Lozano: ¿Por qué en algunas ocasiones se diagnostica recién en la adultez?

Para empezar, Nicola repasó cómo fue el proceso y el estudio del autismo, hasta la actualidad. “El diagnóstico de autismo fue cambiando permanentemente. El concepto médico que se tenía hace 10 o 30 años, no es el mismo hoy. Los manuales de evaluación, han ido cambiando porque se fue conociendo más”, señaló. 

En la misma línea, explicó: “Hoy hablamos de TEA, que significa Trastorno del Espectro Autista. Hay varias enfermedades muy parecidas entre sí que tienen síntomas bastantes parecidos y los englobamos en el TEA, pero no dejan de ser enfermedades del desarrollo neurológico.

De acuerdo a lo que explicó Nicola, se trata de un concepto que “fue cambiando”. “En la última clasificación se pudo tener parámetros más claros. Existe un porcentaje de gente que no fue diagnosticado de chicos y por eso se diagnostican como una persona con un trastorno del espectro autista en la edad adulta”, explayó.

Esto se debe a que “años atrás no había armas y herramientas para la clasificación y diagnóstico que se puede hacer hoy”.

Según detalló Nicola, los síntomas se dividen en cuatro grupos. "Los primeros son comunicacionales, emocionales, interacción social, déficit en la comunicación, de gestos y posibilidad de expresar deseos", explicó.

En tanto, sobre el segundo grupo contó que se identifican por "patrones de comportamiento, movimiento estereotipados que repiten un montón de veces, actividades motoras repetitivas, estímulos que producen reacciones sensoriales, resistencia al cambio de rutina, conductas y motrices repetidas".

En tercer lugar, enfatizó en la importancia que, para llegar al diagnóstico, tienen que ser síntomas que hayan tenido siempre, tienen que venir de la primera infancia.

"La conjugación de todos estos síntomas tiene que llevar a un déficit del funcionamiento laboral y social habitual", sostuvo.

No obstante, remarcó la idea de que “hay enfermos, no enfermedades”. Por eso, “hay autismos con distintos déficits de intelectual, algunos con nivel alto, con nivel normal, autismos asociados a epilepsias o, incluso, autismos leves que pueden pasar desapercibidos y van corriendo con los años y se puede diagnosticar”.