El cuerpo de una mujer fue hallado semienterrado en su casa de la localidad bonaerense de Tristán Suárez. Mientras avanza la investigación para determinar quién fue el autor material del crimen, su hija adolescente fue internada en el área de psiquiatría de un hospital y el novio de la menor, nueve años mayor, quedó detenido por encubrimiento.
El caso, que trascendió el miércoles por la noche, tuvo como escenario una vivienda ubicada en la calle Leandro N. Alem al 100, en Tristán Suárez, localidad del partido de Ezeiza de 27 mil habitantes, donde Claudia Scrazzolo, de 38 años, fue encontrada muerta y semienterrada en el patio.
La investigación, que quedó en manos de la UFI N°3 Descentralizada de Ezeiza, a cargo de la fiscal María Lorena González, posee por el momento más dudas que certezas. Esto se debe a las inconsistencias en los relatos de las últimas personas que vieron con vida a Scrazzolo, entre ellas su hija.
Según detalla el informe policial al que accedió la agencia Noticias Argentinas, el miércoles personal policial se entrevistó en el lugar con un ciudadano identificado como T.M.N.I., de 38 años, quien se encontraba acompañado por su hija menor, de 15.
En la puerta del domicilio, la adolescente manifestó que había concurrido a la casa debido a la imposibilidad de establecer comunicación con su madre.
Al ingresar al inmueble se observaron rastros de barro y manchas hemáticas en distintos sectores y, con la presencia de la fiscal y personal de Policía Científica de Casos Especiales, se procedió a un rastrillaje en el patio trasero, donde se detectó tierra removida.
Al excavar, se localizó el cuerpo de Claudia, envuelto en una sábana y con múltiples heridas en la cabeza, presuntamente infligidas con una maza. Notaron, además, que el dedo meñique de la mano izquierda estaba dislocado, lesión probablemente provocada en un intento de defensa.
De manera inmediata se realizó un importante operativo en la zona y se procedió a la realización de entrevistas con la hija de la víctima y la pareja de la menor, de 24 años, cuyos testimonios resultaron confusos y contradictorios, conforme a lo informado.
Sumado a las declaraciones, se hizo un relevamiento de cámaras de seguridad, lo que permitió establecer que a las 3.50 arribó a la casa un Peugeot 208 negro, del cual bajaron el joven y su padre, quienes a los tres minutos se retiraron junto a la menor en el mismo vehículo.
Tiempo después, a las 4.05, un Fiat Cronos oscuro llegó a la vivienda y en el video se observa que de la finca sale un hombre no identificado, que se retira en dicho rodado.
Como parte de la pesquisa, los investigadores se incautaron de los celulares de la víctima, de la menor y de su pareja, R.D.F.
“Del análisis preliminar se constató que la menor manipuló el celular de la víctima y envió mensajes a las 8, justificando una supuesta ausencia laboral por «problemas personales», con el fin de encubrir el hecho”, destacaron fuentes del caso citadas por Noticias Argentinas.
Asimismo, desde la fiscalía indicaron que se descartó la hipótesis de robo, al no registrarse faltantes.
Según Infobae, el crimen fue cometido en el cuarto de la víctima, donde se encontraron manchas de sangre en las paredes y en el colchón.
Por lo pronto, la menor dio dos relatos. En el primero dijo que el martes por la noche se fue a la casa del novio, a donde llegó embarrada. El miércoles, cuando la llamó su papá y el hombre la quiso pasar a buscar por su vivienda, la adolescente le contó que no estaba allí. Cuando se encontró con ella y, tras preguntarle por lo sucedido, ambos fueron hasta la casa de la calle Alem a hablar con la madre de la chica, pero al ingresar notaron salpicaduras de sangre en el cuarto de Claudia y barro en el piso. Luego, la Policía halló el cadáver enterrado en el patio.
Como medidas judiciales, tras las pruebas reunidas, la fiscal dispuso la internación de la menor en el Hospital Zonal de Ezeiza, sector psiquiatría, y la aprehensión del joven por el delito de encubrimiento de femicidio. Se remitieron actuaciones al Juzgado de Menores N°3.