Al menos once personas murieron este sábado en un brutal choque frontal entre dos vehículos en una ruta del noreste de Brasil. Entre las víctimas fatales hay dos niños, de dos y cuatro años, y una mujer embarazada. El impacto fue tan violento que ambos rodados se incendiaron por completo y complicaron seriamente las tareas de rescate.
El trágico episodio ocurrió sobre la ruta federal BR-101, a la altura del kilómetro 953,6, en jurisdicción de la ciudad de Mucurí, en el extremo sur del estado de Bahía, muy cerca del límite con Espírito Santo. El siniestro involucró a una camioneta Chevrolet S10 y a un utilitario Fiat Dobló que, por causas que aún son materia de investigación, colisionaron de frente.
Según confirmaron la Policía Federal de Caminos (PRF) y la empresa concesionaria Ecovias Capixaba, diez personas murieron en el acto como consecuencia del impacto. Una undécima víctima fue trasladada de urgencia a un centro de salud, pero falleció horas más tarde debido a la gravedad de las heridas.
Tras el choque, los vehículos se prendieron fuego de inmediato, lo que obligó a un amplio despliegue de bomberos, personal sanitario y fuerzas de seguridad. La ruta BR-101 permaneció totalmente cortada durante varias horas mientras se realizaban las tareas de extinción del incendio, remoción de los restos y los peritajes correspondientes.
De acuerdo con los primeros informes policiales y versiones publicadas por medios locales, la principal hipótesis apunta a que uno de los conductores habría intentado realizar un sobrepaso indebido, maniobra que habría desencadenado el choque frontal.
La violencia del impacto y el posterior incendio dejaron los cuerpos en un estado crítico, por lo que algunos deberán ser sometidos a exámenes de ADN para su identificación. Medios regionales indicaron además que varias de las víctimas pertenecían a un mismo grupo familiar, lo que agrega un componente aún más dramático al hecho.
En medio del desastre, las autoridades confirmaron que una persona logró sobrevivir al choque y permanece internada en grave estado, con pronóstico reservado. Una tragedia que vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad vial en una de las rutas más transitadas de Brasil.