Cada 17 de diciembre, en Argentina se celebra el Día del Contador y la Contadora Público. La fecha rinde homenaje a las y los profesionales de las ciencias económicas no es azarosa: conmemora la publicación de una obra que sentó las bases de la contabilidad moderna en el siglo XV.
La figura del contador es fundamental en el entramado administrativo y fiscal de Argentina, ya sea asesorando a grandes empresas, guiando a pymes o ayudando a contribuyentes individuales a ordenar sus cuentas.
Pero, ¿de dónde viene la elección del 17 de diciembre? A diferencia de otras profesiones cuyas fechas se vinculan a hitos nacionales, esta efeméride tiene su origen hace 500 años, al corazón del Renacimiento italiano.
Un día como hoy, pero de 1494, se publicaba el libro Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalita, del fraile franciscano y matemático italiano Luca Pacioli.
Si bien Pacioli no inventó la contabilidad, fue el primero en sistematizar y describir de manera detallada el método de la partida doble. Este sistema, basado en la premisa de que “no hay deudor sin acreedor” (el famoso debe y haber), revolucionó el comercio de la época y sigue siendo, hasta el día de hoy, el pilar fundamental sobre el cual se rige la contabilidad mundial.
Algunas de las funciones más destacadas de los contadores
-Auditoría de estados contables: brindando transparencia y confianza a los inversores.
-Asesoramiento tributario: navegando la compleja red de impuestos nacionales, provinciales y municipales.
-Liquidación de haberes: garantizando el cumplimiento de las leyes laborales.
-Sindicatura concursal: actuando en procesos judiciales de empresas en crisis.