Parece que una pequeña bomba explotó en el vestuario rojinegro, cuando los futbolistas se enteraron de que la comisión directiva tiene casi abrochada la contratación del delantero paraguayo del Atlas de Guadalajara, Jorge Achucarro, a préstamo por un año.

El fastidio tiene que ver con el siguiente razonamiento, hecho por miembros del plantel: Newell’s sale a desembolsar dinero para incorporar a un jugador del fútbol mexicano antes de que finalice el campeonato, y no utiliza esos fondos para cancelar la deuda con los futbolistas actuales, que, según se dijo, sería prioridad.

La primera gran repercusión tuvo como protagonista al defensor Pablo Aguilar. El ex Chacarita envió un telegrama a la dirigencia del club del Parque, intimando a la cancelación de los salarios adeudados. Además, Aguilar no fue a entrenar este miércoles.

Habrá que ver si existen reacciones similares de aquí en más entre los integrantes del plantel, pero, al menos, se puede asegurar que lo de Achucarro ya generó una pequeña rebelión en la tropa leprosa.