Es que Richards sufrió daños severos y ahora necesita tomar una medicación diaria para evitar un ataque de apoplejía, que le podría causar graves daños cerebrales e incluso la muerte.
Con mucha razón, sus familiares y amigos están cada vez más preocupados por su salud. Pero, Richards no siente temor y asegura que se encuentra mucho mejor después de las operaciones quirúrgicas a las que se sometió y asegura que tiene cuerda para rato a pesar de su estricta medicación.