Pionera dentro del ámbito académico en medidas de este tipo, el Instituto Superior de Comercio decidió implementar un sistema de control de ingresos y salidas al mejor estilo empresa. Los alumnos deberán marcar tarjeta cada vez que entren y salgan del edificio. “Me duele mucho tener que hacerlo”, lamentó la directora Gabriela Zamboni pero admitió que fue la única forma de atender a los reiterados hechos de inseguridad que se vienen dando en la institución.

En diálogo con el programa A Diario, que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, Zamboni explicó que los chicos sólo usarán la tarjeta de contacto –similar a las que se utilizan en el transporte público– fuera de los horarios oficiales de ingreso y egreso a clases y que no reemplazará el registro de asistencia en el aula. Más precisamente los chicos están exentos de usar el dispositivo a las 7.45 y a las 12.50 en el caso de los que asisten al turno mañana; y a las 13.30 y 18.30, quienes acuden por la tarde.

Sin embargo, como muchas veces los alumnos cumplen contraturnos o salen a comprar comida o hacer fotocopias, la titular del Superior indicó que el Consejo Directivo junto con su centro de estudiantes optó por esta vía de control, aunque no sin pesar. “Me duele tener que cerrar las puertas pero forma parte de una realidad que nos toca a todos”, insistió y se puso a ella misma como ejemplo: no hace mucho descubrió a un chico ajeno a la escuela tratando de robarle la cartera. Y entre los alumnos –abundó– billeteras y celulares fueron los botines predilectos de los delincuentes.

Con todo, Zamboni defendió la iniciativa ante la gran cantidad de alumnos que circulan por la centenaria institución a toda ahora. “No podemos conocer a todos, tenemos más de 1.500 chicos que entran y salen, hay mucho movimiento”, indicó.