En los treinta sitios donde hasta ahora se hacían controles en forma pasiva, a partir de este martes se incorporará personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) y de fiscalización, que junto a la Policía pararán los taxis para requerir información tanto al conductor del vehículo como a los pasajeros.
A estos últimos se les preguntará dónde tomaron el coche y cuál es el lugar de destino, y se les pedirán documentos de identidad; en tanto que dialogarán con el chofer del taxi para saber si hay alguna anormalidad que ponga en riesgo su seguridad.
Para poner en marcha esta nueva forma de control (los corredores en sí existen hace tres años), se sumarán unas treinta personas. La nueva apuesta de las autoridades es que el operativo tenga continuidad y se establezca como modalidad de control en los corredores seguros.