La situación de Racing va de mal en peor, con un entrenador que asegura que su equipo juega bien, pese a que tiene tres puntos sobre 24 en juego y que el fin de semana que viene podría quedar, si se dan una serie de resultados, en zona de descenso directo.
A esta altura la Promoción parecería ser lo mejor que le podría pasar a Racing, cuyo destino algunos creen que ya está escrito y con futuro de B Nacional.
El plantel de Racing se tenía que entrenar este sábado bien temprano en el estadio de Avellaneda, pero en la mañana sólo hubo reuniones y de trabajo poco y nada, como si el equipo estuviera en las primeras posiciones del certamen y no en la última como ocurre actualmente.
Recién a las 11.45 los jugadores salieron a la cancha auxiliar a realizar algunos movimientos regenerativos, para luego ser liberados hasta el lunes por la mañana.
Pero la historia del día comenzó bien temprano, cuando poco después de las 8.30 llegó Micó al estadio de Avellaneda y en forma inmediata ingresó el vestuario.
Luego apareció sorpresivamente el gerenciador Fernando De Tomaso –por su presencia los periodistas no pudieron ingresar a la práctica, que se anunciaba abierta y terminó siendo cerrada– y se juntó con el entrenador.
En el encuentro, según le comentaron allegados al plantel de Racing a Télam, que se prolongó durante casi dos horas, arreglaron que “lo mejor para el club” es que Micó siga siendo el entrenador del equipo.
En esa misma charla, el entrenador le comunicó a De Tomaso que separaría al “Chanchi” Estévez del plantel, algo a lo que el gerenciador no puso objeciones, porque se comenta que al goleador del equipo que obtuvo el torneo Apertura 2001 se lo impusieron y nunca lo quiso.
A todo esto, la mayoría de los jugadores daba vueltas por el playón del estadio de Avellaneda, mientras que unos pocos, como Estévez, decidieron por cuenta propia pasar por el gimnasio a realizar algunos ejercicios físicos.
Poco después de las 11.30, la mujer de Estévez pasó a buscar al delantero, quien visiblemente molesto se retiró de la cancha sin hacer declaraciones a la prensa.
En tanto, si bien este sábado no hubo muchos simpatizantes en la práctica, muchos anunciaron que irán en la semana al estadio de Avellaneda a exigirle la renuncia de Micó y a pedir que se termine el gerenciamiento.