Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y agrupaciones sindicales, estudiantiles y políticas marcharon este miércoles en diferentes puntos del país para reclamar la aparición con vida de Jorge Julio López, principal testigo en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, a un mes de su desaparición.
A un mes de su desaparición, Rosario marchó por Jorge Julio López
La movilización arrancó pasadas las 18, desde desde plaza San Martín, para llegar hasta el Monumento. La larga columna de manifestantes bloqueó por momentos el tránsito en el microcentro. Hubo además actos en Capital Federal, Corrientes, Córdoba y Mendoza
En Rosario, la concentración arrancó pasadas las 18. El grupo salió de plaza San Martín rumbo al Monumento a la Bandera, a donde se sumó más gente. En algunos momentos, el paso la larga hilera de manifestantes interrumpió el paso en algunas calles del microcentro. Referentes políticos como el socialista Hermes Binner y el justicialista del Frente para la Victoria Agustín Rossi estuvieron presentes, aunque en su gran mayoría el conjunto estaba integrado por militantes de diferentes entidades en pro de los derechos humanos, que fueron los que convocaron al acto.
En Capital Federal, a la misma hora, se organizó una marcha multitudinaria desde Congreso a Plaza de Mayo, en donde hubo varios oradores. Hubo en forma simultánea otras actividades en Corrientes, Córdoba y Mendoza.
López, un albañil de 77 años que vive en el barrio platense de Los Hornos, desapareció el 18 de septiembre pasado cuando debía presentarse a la audiencia de alegatos en el juicio contra Etchecolatz.
Según la investigación, cuando su hijo lo fue a buscar para ir al juicio ya no estaba en su casa, pero nunca llegó al edificio de la Municipalidad de La Plata donde se realizaban las audiencias.
Si bien en un principio se especuló que podría haberse perdido por un problema de salud, el transcurso del tiempo sin que aparezca abonó la hipótesis de un posible secuestro por la importancia de su declaración en el juicio que se le instruyó al represor Etchecolatz y por el que se lo condenó a reclusión perpetua.
La sentencia sumó además una calificación inédita para la justicia argentina, debido a que el Tribunal Oral Federal de La Plata encuadró en el marco de un genocidio los crímenes ocurridos durante la última dictadura militar.
Tras la desaparición del testigo, organismos de derechos humanos y agrupaciones políticas y estudiantiles organizaron diferentes marchas por La Plata y la ciudad de Buenos Aires para reclamar la aparición con vida de López.