El delantero de Rosario Central Sebastián Abreu destacó la victoria del equipo de visitante contra Quilmes. Habló de la increíble situación de gol que falló en el segundo tiempo, y aseguró que el equipo fue contundente: "No tenemos un Messi ni un Riquelme, somos todos obreros", explicó.

El uruguayo resaltó en diálogo con Zapping Sport (Radio 2) la victoria de visitante a pesar de no ser un partido bien jugado. Según Abreu, "el equipo fue contundente".

"El resultado es lo más importante por lo que significa arrancar ganando y con un rival directo en nuestro primer objetivo. No se pudo ver un partido lindo y bien jugado ya que el pasto estuvo alto y no había gente en las tribunas, además de los planteamientos tacticos", dijo el jugador, y destacó: "Nos supimos adaptar al partido, no le dimos al rival lo que quería",.

A los 43 minutos del segundo tiempo, una jugada pudo definir antes el resultado del partido. El delantero quedó delante del arco libre y sin marca. A pesar de parecer fácil, la pelota no logró ingresar. "Entré con el balde en la cabeza", dijo Abreu.

"Si no hubiese entrado con el balde en la cabeza, hubiese terminado dos a cero el partido", manifestó el delantero, algo fastidioso por no jugar más minutos en cancha.

"El balde te lo tiene que sacar la experiencia y poder canalizarlo positivamente. Mi personalidad me lleva a que no es fácil, lo iré puliendo pero hay veces que el subconciente gana", manifestó Abreu.

"No pasa por estar fastidio por jugar o no . Uno vive de ilusiones, y a veces terminan en desilusiones. Cada uno desde su lugar busca pelear sanamente por un lugar. Nada de lo personal tiene que truncar lo grupal", apuntó el uruguayó.

En el horizonte canalla se ve River, el próxima rival. "Tendrá ingredientes lindos para jugarlo", añadió.

"Para uno es normal, ya estoy curtido en este tipo de partidos. Quizás para otro jugador puede ser diferente. Como es normal y lindo el Gigante estará a reventar y se enfrentan dos punteros", aseguró el uruguayo, y aclaró: "Apuntamos que el equipo siga en crecimento. No tenemos un Messi ni un Riquelme, somos todos obreros".