Acorralado por Gendarmería, se suicidó el Malevo Ferreyra

El ex comisario se pegó un tiro en la cabeza en su casa, que estaba rodeada por efectivos que iban a detenerlo por una causa vinculada a la dictadura. “No tengo ningún problema en acribillarme a balazos”, advirtió minutos antes. Una cámara captó el trágico momento

El hombre de las patillas y gorro particular se subió al tanque de agua de su casa y se pegó un tiro en la cabeza. Los familiares hicieron lo imposible para auxiliarlo pero cuando llegó al Centro de Salud, alrededor de las 17, ya estaba muerto.

Tan increíble como el desenlace fue que había una cámara de Crónica que captó la escena porque momentos antes le había realizado una entrevista, desde ese mismo lugar alto de su vivienda. “No tengo absolutamente nada que ver en el tema”, fue parte de lo que dijo en sus últimas declaraciones. “La posperidad va a aclararlo”, señaló antes de agregar: “Le temo al tata Díos, nada más”.

Ferreyra aseguró además que no estaba dispuesto a ser perseguido por la Justicia por lo que, aseguró: “No tengo ningún problema en acribillarme a balazos”.

La muerte del Malevo fue el desenlace de un operativo que comenzó a las 15, cuando los gendarmes llegaron a su vivienda, por orden de la Justicia Federal ya que el ex comisario se encontraba imputado en una mega causa por el funcionamiento de un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga. >

Como él se negaba a entregarse, uniformados intentaron disuadir a Ferreyra para que los acompañe, pero este, imprevistamente, se subió a un depósito de agua de 30 metros ubicado en el jardín de su casa. Pese a que sus familiares trataron de convencerlo para que baje, el ex comisario no lo hizo y, a las 17.10, se descerrajó un tiro en la cabeza, según cita La Gaceta de Tucumán.