La eterna y dramática novela de la planta que Mahle tiene en Rosario, y que bajó sus persianas en abril de este año, tiene un final feliz. Al menos eso es lo que indican los titulares de la empresa alemana y de Kim SA, la firma de aros de Buenos Aires que se hará cargo de la planta a fin de año y que promete incorporar a 150 empleados.