El placer de beber una cerveza helada mirando al río, mientras la arena se va pegando en el borde del pico de la botella es cosa de veranos pasados. A partir de este sábado, no se podrá beber más alcohol en la playa rosarina, ya sea en La Florida como en la Rambla Catalunya. La disposición de la Municipalidad de Rosario obedece, según explicó el subsecretario de Gobierno municipal, Jorge Elder, a Rosario3.com a la intención de reducir los casos de embriaguez y en consecuencia, los posibles ahogamientos.

A partir de este sábado y a lo largo de todo el verano, se incrementarán los controles por tierra y por río de parte de agentes de la policía, de Prefectura y de la GUM. También habrá controles de tránsito, sobretodo en motos. Se hará especial énfasis en el consumo de alcohol que, a través de un decreto municipal, quedó prohibido en la zona de la “playa paga” y del sector público.

“Hace un mes conformamos una mesa con la policía, Prefectura, la GUM y otras áreas municipales y llegamos a la conclusión que el mayor factor de riesgo en la zona es el consumo de alcohol. Un ejemplo es que el domingo pasado, la policía detuvo a 17 personas por estar borrachas”, sostuvo Elder y agregó: “La idea es evitar el estado de embriaguez a través del consumo abusivo de alcohol y evitar así el peligro de ahogamiento ya que los domingos llega a haber 40 mil personas en el agua”.

Sin embargo, la prohibición no alcanza a los bares de la costa de manera que aquel que disponga de unos pesos sí podrá tomarse unas cervezas o algún vaso de sangría, pero no quienes llevan alcohol heladerita en mano.

En tanto, el operativo de control también se reforzará en las aguas del Paraná donde también se prohibirá que las personas embarcadas tomen bebidas con alcohol.

Policía en la playa

Los operativos de seguridad en la zona costera se reforzarán en varios sentidos. Según explicó el titular de la Guardia Urbana, Claudio Canalis, se controlarán los puestos de venta ambulante y el estacionamiento.

Por primera vez, se colocará un gazebo policial en la playa y la GUM recorrerá el balneario. Ambas fuerzas estarán conectadas para comunicarse cualquier inconveniente o conflicto.